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Una buena conservación y gestión de los estanques y balsas puede contribuir a la ralentización del cambio climático

Una buena conservación y gestión de los estanques y balsas puede contribuir a la ralentización del cambio climático

La presencia del agua dulce en el planeta Tierra es escasa y sólo representa, aproximadamente, un 2,5% del total. Entre el 30 y el 50% de la superficie global de esta agua dulce se encuentra en balsas y estanques, un recurso que a pesar de ser excepcional acoge el 70% de especies acuáticas europeas. Además, cuentan con una presencia más alta que en lagos o ríos de especies raras, endémicas o amenazadas como anfibios, invertebrados o plantas. El tamaño reducido de estanques y balsas ha hecho que hayan sido cuestionados, incluso ahora, como recursos que contribuyen al equilibrio biológico del planeta y a la lucha contra el cambio climático.

Estos ecosistemas son un activo para mitigar el cambio climático a la vez que ofrecen a la sociedad beneficios que, muchas veces, pasan desapercibidos. Algunos ejemplos son la provisión del agua, el control de inundaciones, la captación de CO2 o los múltiples beneficios para la salud de las personas. En este contexto, el proyecto PONDERFUL (POND Ecosystems for Resilient Future Landscapes in a changing climate), liderado por el grupo de investigación en Ecología Acuática de la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC) estudiará, durante cuatro años, estanques y lagunas de toda Europa para concretar cuál es su implicación en el cambio climático y para mejorar la conservación de sus ecosistemas y biodiversidad.

El objetivo principal del proyecto, al frente del cual está la profesora de investigación ICREA Sandra Brucet, es utilizar los estanques y lagos como soluciones basadas en la naturaleza (Nature-Based Solutions) para actuar contra el cambio climático y mejorar la conservación de la diversidad, los ecosistemas y el bienestar de la sociedad. Por ello, por un lado, el trabajo estudiará las redes de estanques existentes y, por otro, identificará las posibilidades, la rentabilidad y las barreras existentes a la hora de implementar soluciones basadas en la naturaleza. Por ejemplo, el equipo se preguntará: ¿qué rentabilidad tiene restaurar un estanque? ¿Qué costes y beneficios tiene conservar su biodiversidad? ¿Qué barreras existen a la hora de hacerlo?

Para hacerlo posible, PONDERFUL evaluará las interacciones y retroalimentaciones que estos ecosistemas tienen con el resto de la biodiversidad en varios estanques y balsas en múltiples localizaciones. Será mediante muestreos en varias partes de la Unión Europea, Turquía y Latinoamérica, en concreto Uruguay, donde se obtendrán los resultados que posteriormente servirán para desarrollar una guía de financiación e inversión sostenible para la implementación de las soluciones basadas en la naturaleza. Esta guía estará orientada, precisamente, a sensibilizar para la conservación de la biodiversidad de estanques y balsas.

Dieciocho socios de once países

PONDERFUL cuenta con la implicación de 18 socios entre universidades, centros de investigación y entidades privadas de los 11 países implicados. Además de la UVic-UCC también participan la Universidad de Girona y Randbee Consultants, de España; la EGB Leibniz-Institute of Freshwater Ecology and Inland Fisheries, el Ecologic Institute de Berlin y la Technische Universitaet Muenchen de Alemania; la Katholieke Universiteit Leuven de Bélgica; la Haute Ecole Specialisee de Suisse Occidentale de Suiza; la University College de Londres, la Bangor University y Freshwater Habitats Trust de Reino Unido; la Middle East Technical University, de Turquía; el CIIMAR - Centro Interdisciplinar de Investigação Marinha e Ambiental de Portugal; el Aarhus Universitet, de Dinamarca; el Uppsala Universitet de Suecia; el Instituto Superieur de agriculture Rhone Alpes y Amphi International de Francia, y la Universidad de la República de Uruguay

"Esta variedad de socios de varios países hace que los muestreos en lagunas y estanques puedan ser múltiples y en varias localizaciones y permitan obtener un análisis de la situación actual mucho más amplia", explica la coordinadora del grupo de investigación en Ecología Acuática e investigadora principal del proyecto, Sandra Brucet. La profesora de investigación ICREA insiste en la importancia de implicar en el proyecto a stakeholders o partes interesadas como pueden ser gestores, ganaderos, ONG, concejos comarcales o ayuntamientos, entre otros, "para coordinar la gestión de estos espacios". Mireia Bartrons, investigadora del grupo de investigación en Ecología Acuática, subraya que hay que tener en cuenta su punto de vista y que, a lo largo del proyecto "se harán muchas reuniones con ellos para sacar conclusiones y recomendaciones orientadas a las directivas europeas, que han ir alineadas con estos públicos interesados".

Aparte del grupo de investigación responsable del proyecto, desde la UVic-UCC también se cuenta con la implicación del Centro de Estudios Interdisciplinarios de Género (CEIG), dirigido por Gerard Coll. Tal y como recomienda la Unión Europea en cuestión de género, el grupo actuará como responsable de la transversalidad de género en el contenido y las acciones que se desarrollarán a lo largo del ciclo de vida del proyecto. Algunos ejemplos en son la participación en encuestas, velar por contrataciones y actividades paritarias o conducir la dimensión del género en la investigación.

Muestreos en tres zonas bioclimáticas: mediterránea, atlántica y continental

A lo largo de los 4 años del proyecto se llevarán a cabo un total de 16 muestreos divididos en tres zonas bioclimáticas diferentes: la mediterránea, que engloba España y Turquía, la atlántica, que incluye Bélgica, una mitad de Dinamarca y Reino Unido y, por último, la continental, que afecta Suiza, la otra mitad de Dinamarca y Alemania. Urugai tiene una zona bioclimática propia, la subtropical. De los lugares donde se llevarán a cabo los muestreos ya se han identificado el número de estanques y balsas, su paisajística, los servicios ecosistémicos específicos demostrados o la regulación de la cantidad y la calidad del agua, entre otros parámetros.

En Cataluña se han identificado diversas zonas para analizar. Se trata de tres zonas localizadas en Girona, el Baix Ter (Parque Natural del Montgrí, Illes Medes y Baix Ter) y las balsas de la Albera y Cap de Creus, y también se analizarán zonas en la Cataluña central que aún se deben definir. Del total de balsas muestreadas, en 10 se practicará un resampling, es decir, se muestrearán también el próximo año para ver la variabilidad interanual del ecosistema.

El proyecto se enmarca dentro de la convocatoria Horizonte 2020 de la Unión Europea y tiene un presupuesto total de casi 7 millones de euros, de los que la UVic-UCC ha obtenido 800.000. El pasado 1 de diciembre se puso en marcha el proyecto que se espera que termine de cara a noviembre de 2.024.

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