Un reloj de sol y un espacio ecodidáctico perpetuarán el recuerdo de Sebastià Riera en la UVic

Un reloj de sol instalado en la fachada de mediodía del edificio G de Miramarges servirá para perpetuar el recuerdo de Sebastià Riera en la UVic. Sebastià Riera fue profesor de Didáctica de las Ciencias en la UVic desde 1983 hasta que traspasó prematuramente, en septiembre de 2019. Ayer, la Facultad de Educación, Traducción, Deportes y Psicología (FETEP), además de dedicarle el reloj de sol diseñado por Albert Cano, le rindió un sentido homenaje que consistió en un acto en el que participaron familiares y compañeros, y en el que se presentó el libro Sebastià Riera i Cusí (1957-2019). De la naturaleza al aula y el nuevo espacio ecodidáctico en el Jardín Miquel Martí i Pol.

Durante el acto de homenaje, Antoni Tort quiso situar a Sebastià Riera “en el lugar que se merece”, dentro del conjunto de personas que formaban el segundo círculo del núcleo fundacional de la Escuela de Maestros, “que nos incorporamos en el proceso de construcción de este centro superior de formación de maestros, aportando procesos, estrategias y dinámicas, algunas de las cuales siguen vigentes y otras han quedado por el camino para que los tiempos cambien”. Según Tort, sin personas como Sebastià Riera, "no sería posible entender la conexión pedagógica que hubo entre las escuelas de maestros de los años 70 con las de la nueva Generalitat a partir de los años 80".

Un libro y un espacio ecodidáctico

Jordi Martí, coordinador del homenaje junto a Joan Soler, explicó la preocupación de Sebastià Riera por la innovación en la enseñanza de las ciencias, aportando "una visión más activista de la enseñanza de esta disciplina". Destacó algunas de las iniciativas que impulsó y que todavía perduran, como el Congreso de la Ciencia hecha por los Niños, que ya cuenta con 20 ediciones y no deja de extenderse al territorio. Martí subrayó su “optimismo militante” y señaló que el hecho de no tener nunca pereza de remangarse le confeccionó una trayectoria profesional muy amplia.

Con el espíritu de dar a conocer esta trayectoria, el homenaje sirvió también para presentar el libro Sebastià Riera i Cusí (1957-2019). De la naturaleza en el aula, que tiene tres apartados. En el primero, figuran artículos que desgranan los principales ámbitos de la trayectoria académica y científica del homenajeado; un segundo apartado incluye testimonios de las personas que le conocieron, y el tercer apartado comprende una selección de cinco textos de autoría individual o compartida, encabezados por una recopilación bibliográfica de Sebastià Riera. Finalmente, Jordi Martí también anunció el estreno del espacio ecodidáctico Sebastià Riera, situado en el Jardín Miquel Martí i Pol, donde se muestran recursos didácticos que podrán utilizar los futuros maestros o niños y niñas que participan en el programa Escuela y Universidad.

Por su parte, Joan Culí habló como amigo y exalumno de Sebastià Riera, al que consideró como “mi maestro, que me ha dejado cosas del oficio de enseñar que se pueden escribir en mayúscula: un maestro que acompaña, tanto dentro como afuera del aula, y que permite que los alumnos sobresalgan”. Culí manifestó que "siempre me he sentido heredero de su manera de enseñar".

La esposa de Sebastià Riera, Imma Sadurní, agradeció en nombre de la familia el esfuerzo por la organización del homenaje, afirmando que "todos los que estamos hoy aquí llevamos un poco de Sebastià dentro".

Después de que los hijos de Sebastià Riera, Xavier y Bernat, interpretaran Raíces de las Esquirols, el decano de la FETEP, Eduard Ramírez, cerró el acto.

Una vida marcada por la naturaleza y la docencia

Nacido en 1957 en la Seu d'Urgell, Sebastià Riera cursó la licenciatura de Biología en la Universidad de Barcelona, ​​a la vez que también siguió dos cursos de Ingeniería Técnica Agrícola. En 1981, junto con Pep Nogué y Pere Pous, fundaron La Vola, un centro de educación ambiental pionero en el país y una escuela de la naturaleza que ponía en práctica la enseñanza de las ciencias naturales con las estancias de estudiantes y el trabajo de campo.

El curso 1983-1984 empezó a trabajar como profesor en la Escuela Universitaria de Maestros Jaume Balmes de Vic, donde se incorporó como docente al Departamento de Ciencias, abriendo la puerta a las nuevas corrientes de la didáctica del medio natural 'Escuela de Maestros. Junto con otras universidades catalanas, impulsó en 1986 el primer Symposium sobre la Enseñanza de las Ciencias Naturales, del que se llegaron a realizar seis ediciones en varios lugares del territorio catalán.

En 1988 asumió el cargo de jefe de estudios, cuando Josep Tió era el director de la Escuela, y no lo dejó hasta 2002, con Antoni Tort como decano de la ya Facultad de Educación. Fuera del ámbito universitario su activismo le llevó a la política local de L'Esquirol, de donde fue concejal en dos etapas diferentes y finalmente, en 2011 fue alcalde hasta 2013.