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Un proyecto del CT BETA, Aguas Vic y Aguas de Osona mejorará los tratamientos actuales para acabar con los episodios de mal olor y mal sabor del agua potable

Esther Vega, Jordi Collet, Guillem Treserra, Gemma Arrom y Lorenzo Proia

Un proyecto del CT BETA, Aguas Vic y Aguas de Osona mejorará los tratamientos actuales para acabar con los episodios de mal olor y mal sabor del agua potable

La geosmina es una molécula producida a nivel intracelular por microorganismos naturales que lo liberan al agua superficial en determinadas condiciones. Su presencia es la causante de episodios de mal olor y mal sabor en el agua potable, especialmente en la transición entre finales de invierno y principio de la primavera, y debido al cambio climático es de prever que cada vez estos episodios serán más frecuentes. Aunque la geosmina no afecta la salud, es decir, no es tóxica ni tampoco hace que el agua sea potable o no, sí altera la percepción de la calidad ya que el olor y el sabor que deja es desagradable para la mayoría de consumidores.

Para analizar y mejorar el rendimiento del tratamiento actual basado en carbón activo para eliminar la geosmina en las aguas de consumo humano, el Centro Tecnológico BETA de la UVic-UCC, y las empresas Aguas Vic y aguas de Osona han presentado esta mañana un nuevo convenio de transferencia de conocimiento que está en vigor desde el 1 de marzo y tendrá una duración de un año. Al acto de presentación ha asistido el vicerrector de Investigación y Transferencia del Conocimiento de la UVic-UCC, Jordi Collet; el responsable del Área de ecología y cambio global del CT BETA, Lorenzo proia; la investigadora del CT BETA Esther Vega; el gerente de Aguas Vic, Guillem Tresserra; y la gerente de Aguas de Osona, Gemma Arrom.

El nuevo convenio -una evolución del primero que se firmó hace tres años entre estas empresas, el CT BETA y el Centro de Estudios de los Ríos Mediterráneos (CERM), también de la UVic-UCC- consta de dos grandes bloques. Un primer bloque tiene por objetivo optimizar el tratamiento que se utiliza actualmente para combatir los episodios de geosmina. Se investigará el efecto de las propiedades de los carbones activos sobre el proceso de absorción de esta molécula y como la optimización de las condiciones operacionales permite maximizar el rendimiento en el proceso de eliminación de la geosmina. En el segundo bloque se evaluará el uso de agentes oxidantes como el ozono y el peróxido de hidrógeno como posible vía alternativa para eliminar la geosmina en el agua.

Una herramienta predictiva

El trabajo realizado en los últimos tres años conjuntamente con el CERM ha permitido poder entender mejor los mecanismos responsables de la aparición de la geosmina en las aguas superficiales del río Ter que provocan problemas a las empresas potabilizadoras que captan el agua de este río. En concreto, "se han realizado diferentes experimentos a escalas diversas para confirmar hipótesis sobre la influencia de algunos factores, como el caudal del río o la disponibilidad de luz y nutrientes sobre la producción de la geosmina", explicó Lorenzo proia.

Además, durante la vigencia del convenio se ha hecho un seguimiento regular del río en cinco puntos distribuidos a lo largo de la cuenca del Alto Ter, desde el Pirineo hasta Gurb, incluyendo los puntos de captación de las empresas Aguas Vic y Aguas de Osona. Con esta información se ha generado una base de datos "que nos ha permitido desarrollar modelos de predicción capaces de prever los niveles de geosmina en el agua superficial con un 87% de fiabilidad, una cifra difícil de conseguir".

Proia ha hecho hincapié en que la aparición de la geosmina se produce cuando se dan determinadas condiciones, y especialmente en aguas captadas superficialmente, por lo que ésta no es una problemática concreta de Osona sino que también se da en otros puntos de Cataluña y en todo el mundo. "Los factores climáticos a veces juegan un papel más importante que el nivel de nutrientes. En años de fuertes lluvias las crecidas del caudal del río generan condiciones que impiden el desarrollo masivo de los microorganismos productores de geosmina ", comentó. En cambio, "si el caudal del río es muy bajo, el nivel de nutrientes y el desequilibrio entre nitrógeno y fósforo son factores que favorecen crecimientos importantes de los microorganismos productores y la consecuente aparición al agua superficial de una manera más determinante", ya que el estancamiento del agua favorece la proliferación de los microorganismos productores de esta molécula.

Esther Vega ha hecho énfasis en la optimización del tratamiento para la eliminación de la geosmina en las aguas potables. Con la llegada de altos picos de geosmina, tanto Aguas Vic como Aguas de Osona han hecho uso adicional de carbón activo en su sistema de potabilización de aguas para mejorar la calidad del agua durante estos periodos estacionales. "Estos carbones activos son materiales absorbentes generalmente de origen vegetal que se caracterizan por tener una gran área superficial y, por tanto, una alta capacidad de absorber compuestos orgánicos", explicó Vega. Según ella, una vez hecho el estudio experimental que ahora se pone en marcha, se espera "poder aportar soluciones reales a las empresas potabilizadoras que les permita tener un proceso de tratamiento de la geosmina más eficiente y reducir los costes operacionales del tratamiento de el agua ".

El proyecto también ha dado lugar a la tesis doctoral de Carmen Espinosa, defendida el verano 2020, y que está en proceso de solicitud de una patente. "Desde el CT BETA estamos muy contentos de los resultados obtenidos en el último convenio en colaboración con el CERM, no sólo a nivel científico sino porque creemos que el trabajo realizado ha sido de ayuda y ha proporcionado información relevante a Aguas Vic y Aguas Osona ", dijo proia, según el cual" esperamos poder seguir trabajando en esta línea para así seguir respondiendo a retos que tengan empresas de nuestro territorio ".

Un problema cada vez más frecuente

En la presentación del acto, Collet ha hecho hincapié en la importancia de consolidar esta investigación un año más con un nuevo convenio y ha destacado que "es un ejemplo más de la aplicación en el territorio, en este caso a la comarca de Osona, de la transferencia de conocimiento y la investigación que se está desarrollando de la UVic-UCC, y más concretamente desde el CT BETA ". El vicerrector también ha destacado la colaboración con las empresas potabilizadoras "en un tema de gran sensibilidad para los consumidores como es el del mal olor y el mal sabor del agua potable".

Teniendo en cuenta que el cambio climático hace prever que cada vez serán más frecuentes los episodios de geosmina, "nuestra obligación es anticiparnos y buscar alguna metodología que nos alerte de episodio de geosmina" y posteriormente analizar si los sistemas de tratamiento actuales son suficientes y cómo se pueden mejorar para evitar afectaciones a los consumidores, explicó Treserra, gerente de Aguas Vic, empresa que capta, potabiliza y suministra agua a cinco municipios de Osona ya unos 52.000 habitantes. Aguas de Osona es la empresa mixta que por delegación de los Ayuntamientos en el Consejo Comarcal de Osona gestiona tres abastecimientos supramunicipales de agua en alta y abastece a 31 municipios de Osona y 7 municipios del Lluçanès, llegando a un 65% de la población de la comarca. Ambas empresas tienen los puntos de captación muy próximos y un sistema de tratamiento del agua muy similar. En este sentido, Treserra ha alabado la colaboración conjunta de ambas empresas con el CT BETA. "Hemos dispuesto de una serie de profesionales expertos en la materia y los resultados han superado nuestras expectativas".

Gemma Arrom ha destacado la buena calidad que presenta el agua captada en el río Ter, pero que "puntualmente puede verse afectada a nivel organoléptico por la presencia de la geosmina", la cual no representa "ningún riesgo para la salud pública". Según ella, buscar mecanismos para anticiparse a la aparición de este compuesto y analizar los actuales tratamientos de que se dispone o la posible mejora de estos es el principal objetivo de este nuevo convenio. "Desde Aguas de Osona estamos muy satisfechos de poder contar con el CT BETA como centro de investigación presente en la comarca y de los objetivos alcanzados en el primer convenio, cuyos resultados incluso han superado las expectativas que se plantearon al inicio ", dijo Arrom.

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