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Más de 4.000 profesionales sanitarios y sociales siguen un curso en línea en Planificación de Decisiones Anticipadas (PDA)

Más de 4.000 profesionales sanitarios y sociales siguen un curso en línea en Planificación de Decisiones Anticipadas (PDA)

¿Qué decisiones tiene derecho a tomar una persona que padece una enfermedad o condición crónica avanzada y que se encuentra en una fase de final de vida? ¿Cómo lo deben acompañar los profesionales del ámbito sanitario y social? ¿Qué se puede hacer para garantizar que sus voluntades serán respetadas? ¿Qué cuestiones éticas se deben tener en cuenta y cuál es el mejor momento y la mejor manera de abordarlas? Estas son algunas de las preguntas que quiere responder el curso online de Planificación de Decisiones Anticipadas (PDA) que han diseñado la Cátedra de Bioética y la Cátedra de Cuidados Paliativos de la UVic-UCC.

La formación se dirige a profesionales del ámbito sanitario y social, tales como médicos, enfermeras y trabajadoras sociales, y en poco más de un año ya ha tenido más de 4.000 alumnos en Catalunya. Ha sido promovida por el Departamento de Salud de la Generalidad de Catalunya a raíz del desarrollo de las nuevas políticas públicas de atención a la cronicidad, donde cobra mucha relevancia el modelo de atención centrada en la persona.

Respecto a la autonomía de la persona

Con esta formación "enseñamos a los profesionales a adquirir las habilidades más necesarias para iniciar procesos de comunicación con el paciente, para identificar sus valores, deseos y preferencias, y para promover que la persona participe del proceso", dice Nuria Terribas, directora de la Cátedra de Bioética. Terribas apunta que "en el derecho a la autonomía es tan válido querer tomar decisiones como delegar. Hacer una PDA no significa forzar el enfermo a participar, sino garantizar que se respetará su posición, aunque al equipo profesional no le parezca la más idónea".

El profesional también debe ser capaz de identificar la idoneidad de hacer un planteamiento de toma de decisiones anticipadas en función del perfil del paciente, de su receptividad y de su entorno. "Saber detectar los casos y los momentos adecuados en los que una PDA es idónea es clave, sobre todo cuando hablamos de personas que en un futuro no podrán decidir por sí mismas", aclara Cristina Lasmarías, directora adjunta de la Cátedra de Cuidados Paliativos.

Una formación en dos niveles

La formación está planteada en dos niveles: en primer lugar, un curso online gratuito y autogestionado de 10 horas de duración, que es lo que hasta ahora se ha desplegado en todo el territorio catalán, donde se introduce a los alumnos en el concepto y en las bases fundamentales de la PDA. También se trabajan casos clínicos con pacientes simulados y se abordan los puntos de vista ético y legislativo del derecho a decidir de las personas.

En segundo lugar, se llevan a cabo unos talleres presenciales de duración diversa y hechos a medida de las necesidades de los asistentes, posteriores a la fase a distancia, que ahora se están empezando a implementar. "Pretenden consolidar el aprendizaje y los conocimientos adquiridos en la fase online y trabajar mucho los casos clínicos reales a través de dinámicas muy participativas", concreta Lasmarías. Los talleres los imparten miembros de las cátedras de Bioética y de Cuidados Paliativos así como profesionales que formaron parte del grupo de trabajo en el que se definió el modelo catalán de PDA.

Esta formación es una iniciativa pionera en el contexto del territorio español, que pretende ser exportada a otras comunidades autónomas y a países de Latinoamérica en su versión castellana. "Hablamos de innovación en tanto que la formación se enmarca en un proyecto de implementación desde la salud pública a dos niveles: estrategias concretas que los profesionales pueden ofrecer a sus pacientes y a la vez una propuesta política global con una visión de cobertura amplia", dice Lasmarías.

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