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Los estudiantes de Biología hacen un censo de aves desde casa durante el confinamiento

Los estudiantes de Biología hacen un censo de aves desde casa durante el confinamiento

El grado en Biología de la UVic, que tiene un elevado porcentaje de prácticas en el entorno natural, se ha visto obligado a reinventarse debido al confinamiento y a encontrar una solución para que el alumnado haya podido hacer prácticas en la naturaleza pero sin salir de casa. Es en este contexto donde se enmarca la actividad que se les propuso durante el mes de abril: la confección, de un censo de aves, cada uno desde su casa, y convirtiendo las ventanas, terrazas o jardines en una gran estación biológica repartida por todo el territorio.

En la confección de este censo participaron desde los estudiantes de 4º curso hasta los de 1º, adaptando a cada nivel la dificultad de la tarea. Según el coordinador de la asignatura 'Técnicas de seguimiento y gestión de la fauna', Jordi Camprodon, "queríamos hacer una práctica adaptada para hacer desde casa, que a la vez fuera didáctica, interactiva entre el alumno y su ecosistema, y ​​que además tuviera un valor para la sociedad".

La práctica consistía en hacer una observación de 30 minutos para escuchar e identificar los pájaros. Los estudiantes de cuarto, que ya tienen más práctica en este tipo de actividad, debían identificar, cada cinco minutos, los pájaros que se podían escuchar en cada franja, y así determinar cuál era el tiempo mínimo óptimo para poder contactar la mayoría de especies. Había que elegir el día que meteorológicamente fuera favorable (buen tiempo, sin viento ni niebla) y realizar la escucha a primera hora de la mañana, cuando los pájaros se encuentran más activos. Por su parte, los estudiantes de los primeros cursos sólo se les pedía que hicieran una lista de los pájaros identificados.

Las herramientas de que disponían para hacer la identificación eran básicamente la vista y el oído; prismáticos, si tenían; y aplicaciones que permiten identificar las especies de pájaro por el canto, desde el móvil o tableta. También tenían una breve guía de imágenes, sonidos y mapas de distribución, proporcionada por el mismo profesor, con las especies más comunes, hecha a partir de datos del SIOC (Servicio de Información Ornitológica de Cataluña). Durante la observación se tenía que rellenar una ficha que contemplaba la descripción del lugar, la especie observada y el comportamiento del pájaro en el momento de la observación. "Hay que tener presente que nos encontramos en una época del año muy interesante, ya que muchas especies han comenzado la cría y también hay presencia de aves migratorias", afirma Camprodon.

En total se identificaron 57 especies repartidas por toda Cataluña y más allá. La lista es un reflejo del entorno de confinamiento, que varía desde el centro urbano de grandes ciudades, más pobres en especies, hasta núcleos rurales, más diversos en vegetación y, por tanto, más ricos en pájaros. Los más observados fueron el gorrión común, el vencejo, la paloma bravía y la golondrina común, como corresponde a pájaros abundantes en ambientes urbanos, seguidos por pájaros que buscan la protección de la vegetación, sea en jardines, parques, campos o arboledas . También se constató que "20 minutos de observación atenta era suficiente para observar la gran mayoría de especies, aunque si se alargaba el tiempo había más probabilidad de detectar las especies más raras", dice el docente.

Según el estudiante de 4º curso Laia Antich, "además de ser una práctica enriquecedora tanto a nivel personal como profesional, nos ha permitido comprender el gran valor que tienen todas las especies de aves con las que convivimos, y la importancia de conocer el ambiente que compartimos". Por otra parte, opina que no ha sido una actividad fácil, ya que "la escucha de pájaros requiere no sólo identificar la especie sino también cada individuo, y yo no soy experta", afirma.

Colaborar en programas de ciencia ciudadana

El resultado de esta práctica ha sido muy positivo, porque "ha permitido realizar una actividad de entrenamiento en la observación y escucha de los pájaros, al tiempo que se han podido identificar qué especies viven en esta época en las zonas urbanas y periurbanas de Cataluña ", explica Camprodon. Toda esta información recogida con criterios científicos, los alumnos podrán colgar los portales de datos de ornitología, como Ornitho.cat, que, según el profesor "se alimentan de datos de ciencia ciudadana y que proporcionan una información muy valiosa para conocer la distribución y biología y de los pájaros y los cambios de abundancia en periodos largos de tiempo ". "Sumando los datos de todos y implicándonos en programas de ciencia ciudadana contribuimos a dar a conocer el estado de la naturaleza en todo el mundo, una práctica que está muy extendida sobre todo en Europa y en América del Norte y que ayuda al conocimiento y conservación de la naturaleza ", concluye Camprodon.

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