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La sequía intensa del 2022 disminuye el agua circulante y la calidad biológica de los ríos de Osona

Una investigadora del CERM haciendo un mostreo de invertebrados aquáticos. Foto: CERM

La sequía intensa del 2022 disminuye el agua circulante y la calidad biológica de los ríos de Osona

El 2022 estuvo condicionado por una sequía intensa y sostenida en toda Cataluña, iniciada ya en 2021, que afectó gravemente a los caudales de los ríos y rieras de la comarca de Osona. La poca agua circulante detectada, especialmente en verano, en la mayoría de tramos estudiados de los ríos Mèder, Gurri, Rimentol, riera Major y el Ter, es uno de los datos más relevantes del informe “Estado ecológico de los cursos fluviales de 'Osona 2022”. El estudio, elaborado por el Centro de Estudios de los Ríos Mediterráneos (CERM) de la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC), constata que la reducción de caudales ha continuado disminuyendo la calidad biológica de los ríos respecto a años anteriores. Los resultados se han hecho públicos coincidiendo con la conmemoración del Día Mundial del Agua, el próximo 22 de marzo.

La disminución de la calidad biológica, la obtenida a partir del estudio de macroinvertebrados acuáticos, se ha generalizado. Si en 2021 se detectaba de manera importante en el Mèder, Rimentol y Gurri, en 2022 se ha ampliado en el curso principal del Ter, con una calidad entre mediocre y mala en la mayoría de puntos y estaciones de muestreo. Sólo conservan una calidad muy buena el río Ges en Forat Micó y la riera Major.

Los parámetros físico-químicos (conductividad eléctrica, oxígeno disuelto, pH y nutrientes) de los cursos fluviales de Osona siguen mostrando una diferencia clara entre dos tipologías de ríos. Por un lado, el curso principal del Ter, el Ges en Forat Micó y la riera Major dan una calidad buena o muy buena a la mayoría de parámetros, con alguna excepción puntual. Por otra parte, Mèder, Gurri y Rimentol dan unos valores de calidad entre mediocre y mala para la mayoría de parámetros. En estos últimos ríos destacan elevados valores de conductividad eléctrica y altas concentraciones de nutrientes, especialmente de amonio y fosfatos, en 2022. La concentración de oxígeno disuelto mantiene la tendencia a la baja del año pasado debido a la disminución de la circulación de agua.

En cuanto a la calidad del bosque de ribera, por lo general es muy similar a la de años anteriores. El bosque del río, que acoge la biodiversidad y sirve de filtro de la contaminación difusa (nutrientes, por ejemplo) que viene de los campos de cultivo, mantiene el mismo rango de calidad que en 2020, con categorías intermedias y buenas a la mayoría de tramos estudiados. Los cursos fluviales de menor magnitud, que atraviesan superficies agrícolas y/o urbanas como la de Vic, muestran una importante degradación, sobre todo del hábitat fluvial y del bosque de ribera. Con todo, se detecta una mejora de la calidad de la Anella Verda de Vic y se pone como ejemplo a seguir para realizar actuaciones de restauración del bosque de ribera.

Avisos en la población

La sequía de los años 2021 y 2022 pone de manifiesto que, en momentos de escasez de agua, los ríos y las rieras de Osona, que ya disponen de forma natural de un caudal reducido, ven seriamente afectada su calidad por la contaminación, sea directa o difusa. "Por eso habría que trabajar en la reducción del uso doméstico, industrial y agrario del agua y de los saltos hidroeléctricos", subraya Marc Ordeix, coordinador del CERM.

También se recomienda “implementar medidas de gestión forestal, con todas las prevenciones necesarias y con el seguimiento científico oportuno, que adaptaran la cobertura vegetal del conjunto de la cuenca para incrementar el flujo de agua en ríos y rieras”, apunta Núria Sellarès, investigadora del CERM. Estas actuaciones, además, deberían servir para conseguir una mayor resiliencia frente a los incendios forestales.

Finalmente, la memoria del estado ecológico de los cursos fluviales de Osona de 2022 remarca que es necesario continuar trabajando para mejorar la calidad físico-química y biológica de los puntos que no llegan al umbral establecido, así como mejorar la mala calidad del bosque de ribera a muchos puntos, una característica que se mantiene año tras año. "Una aplicación menor de abonos en los campos, un cambio de los baremos de vertido de las depuradoras en períodos de sequía y la restauración de los bosques de ribera son asignaturas pendientes desde hace muchos años en los ríos de Osona", comenta Ordeix.

Dieciséis tramos fluviales en el muestreo

Los resultados del informe provienen de los muestreos realizados durante la primavera y el verano del año 2022, en los que se analizaron varios parámetros hidromorfológicos, físico-químicos y biológicos de un total de 16 tramos de río de la cuenca del río Ter en la comarca de Osona. Desde 2021 se han añadido seis puntos nuevos: tres, a cargo de Liquats Vegetals, SA; uno, de Aigües de Vic, SA, y dos, del Consorcio del Espacio Natural de las Guilleries-Savassona.

El CERM lleva a cabo desde el año 2002 una evaluación regular del estado ecológico de los cursos fluviales de Osona con el propósito de conocer su evolución y, en su caso, corregir posibles disfunciones. El seguimiento de los cursos fluviales de Osona incluye ya una serie de 20 años (30 años seguidos en el municipio de Vic). En 2022 el estudio anual del CERM ha continuado contando con el apoyo, mantenido desde los orígenes, de los Ayuntamientos de Vic y de Manlleu, y la colaboración del laboratorio de Depuradores de Osona, SL en la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Vic.

La información completa se puede consultar en el documento Estat dels cursos fluvials d’Osona. Memòria de l’any 2022.

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