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Investigadoras de la UVic-UCC analizan como las mujeres catalanas hacen frente a la crisis desde la Economía Social y Solidaria

Sandra Ezquerra

Investigadoras de la UVic-UCC analizan como las mujeres catalanas hacen frente a la crisis desde la Economía Social y Solidaria

Durante tres años, investigadoras de la UVic-UCC han analizado el impacto que la crisis económica iniciada en 2008 ha tenido en la vida de las mujeres en Cataluña, así como las estrategias que éstas han adoptado para adaptarse a la nueva situación desde un paradigma económico alternativo: la Economía Social y Solidaria (ESS). Estos han sido los dos objetivos del proyecto "Crisis y alternativas en femenino", financiado por una ayuda RecerCaixa de la Fundación Bancaria "la Caixa", que ahora acaba de finalizar.

La investigación la ha liderado Sandra Ezquerra, directora de la cátedra UNESCO Mujeres, desarrollo y culturas, bajo el paraguas del grupo de investigación Sociedades, Políticas y Comunidades Inclusivas (SoPCI) coordinado por ella misma. El proyecto también ha contado con la codirección de Marta Rivera, directora de la Cátedra de Agroecología y Sistemas Alimentarios, y de los investigadores Anna Pérez-Quintana, Rosa Binimelis, Elba S. Mansilla, Víctor Ginesta y Marina Di Masso.

La economía feminista como marco conceptual

Su investigación ha partido del análisis de bibliografía y datos estadísticos y de 49 entrevistas a mujeres, vinculadas o no a la Economía Social y Solidaria, y a informantes clave del sector, tales como ateneos cooperativos y finanzas éticas, de diferentes ámbitos territoriales, rurales y urbanos, y de diferentes sectores profesionales, como los cuidados y la atención a las personas, la agroecología, la vivienda y la creación de redes y comunidad. Todo ello bajo el marco conceptual de la economía feminista "para abordar la complejidad de la vida socioeconómica de las mujeres, poniendo en diálogo las dimensiones productiva y reproductiva de la economía, un enfoque muy diferente de lo que se ha hecho tradicionalmente en ciencia económica", según explica Sandra Ezquerra.

Identificación de los impactos de la crisis económica

El proyecto identifica diferentes impactos de la crisis económica en las mujeres en relación al trabajo, sea remunerado o no. En primer lugar, detecta su mayor dificultad en comparación con los hombres para salir de la recesión y restablecer su situación laboral y económica previa. En segundo lugar, la carga total de trabajo de las mujeres, sea remunerado o no, se ha visto incrementada en muchos casos por motivos diversos, como su incorporación al mercado laboral para compensar la reducción de ingresos familiares o la necesidad de volver a asumir determinadas tareas de cuidado que anteriormente las familias habían externalizado. Al mismo tiempo, no se detecta que los hombres hayan asumido una mayor responsabilidad en el hogar.

Estrategias desde la Economía Social y Solidaria

La investigación también se pregunta qué respuestas han generado las mujeres, desde un paradigma económico alternativo, para adaptarse y hacer frente al contexto de crisis, y se centra en su entrada en proyectos de Economía Social y Solidaria, como cooperativas, sindicatos, grupos de crianza o de consumo y asociaciones. En primer lugar, identifica desigualdades de acceso a la Economía Social y Solidaria de las mujeres en función de su nivel socioeconómico, el nivel formativo, el origen o las responsabilidades familiares.

En segundo lugar, la necesidad de destinar más tiempo a la actividad económica para llevar adelante el proyecto se traduce en una renuncia al tiempo propio y familiar y, por tanto, en un aumento de la precariedad vital. Las investigadoras hablan de una "contradicción entre el discurso de muchas mujeres entrevistadas, que reivindican poner la vida en el centro, y la realidad de su práctica cotidiana, que supone un alto nivel de sobreimplicación en el proyecto profesional". En muchos casos estas mujeres siguen viviendo situaciones de precariedad laboral, que a menudo "justifican alegando una compensación a nivel ideológico y una satisfacción personal".

Por último, el proyecto entiende el empoderamiento individual y colectivo de estas mujeres como uno de los principales beneficios identificados por las entrevistadas que apuestan por entrar a la Economía Social y Solidaria: "Ganan confianza en sí mismas y adquieren información y herramientas para hacer frente a su situación personal, lo que es clave en determinados colectivos como las mujeres migradas o con dificultades de acceso a la vivienda", explican las investigadoras, según las cuales también crean redes relacionales de apoyo mutuo dentro del grupo.

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