El pez fartet mantiene la misma distribución de los años 90 en el Alt Empordà, pero retrocede en el Baix Empordà
El proyecto "SOS Fartet" que durante el último año se ha llevado a cabo en los parques naturales de los Aiguamolls del Empordà y del Montgrí, Illes Medes y el Baix Ter, culminó el pasado viernes con una plantada de brotes de tamariscos en la llamada "Balsa del Fartet". El proyecto lo ha desarrollado un equipo de investigadores del grupo de investigación en Ecología Acuática de la UVic-UCC, con el objetivo principal de determinar y mejorar el estado actual de conservación del fartet (Aphanius Iberus), un pez amenazado de extinción y protegido tanto a nivel nacional como europeo. "SOS Fartet" lo han dirigido la doctora Anna Badosa y la profesora de investigación ICREA Sandra Brucet, y han colaborado el doctor Lluís Benejam y Serena Sgarzi, los cuatro investigadores de la UVic-UCC. El proyecto lo ha apoyado la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Los resultados del trabajo, que se presentaron el viernes, confirman que en el Alt Empordà el pez fartet no ha recuperado su presencia, y se ha mantenido en los mismos niveles que había a finales de la década de los 90, a comienzos de la cual sufrió un fuerte descenso como consecuencia de la entrada de agua dulce en la Reserva de las Lagunas. En el Baix Empordà, la especie ha sufrido una ligera reducción y tan sólo hay presencia de forma natural en dos balsas, aunque recientemente se ha introducido a otras de nueva construcción. En ningún caso ha recuperado presencia en lagunas donde estaba presente en la década de los años 80.
Según Sandra Brucet, "la distribución y la abundancia del pez fartet quedan claramente determinadas por dos factores: que se encuentre en puntos aislados donde no haya conexión temporal o permanente con masas de agua donde habite la gambusia, la especie invasora que la amenaza, y que sean zonas con salinidades muy altas, por tanto lagunas costeras que mantienen las dinámicas naturales sin alteración de su sistema hidrológico".
Desde los años 90 no se había vuelto a estudiar el estado de conservación del fartet en el Alt y el Baix Empordà, una zona que representa el límite norte de distribución mundial de la especie. Durante todo el año 2016, y especialmente en los meses de verano, "SOS Fartet" llevó a cabo un trabajo de campo, en el que se utilizaron diferentes tipos de trampas (botellas, asas y redes de agalla) para conocer la presencia o ausencia y la abundancia del pez fartet en las diferentes balsas que conforman los Aiguamolls del Empordà.
Recuperación de un espacio natural degradado
"SOS Fartet" también ha incluido campañas de divulgación y de sensibilización ambiental, y actuaciones puntuales de restauración ambiental para la mejora del hábitat. Una de ellas fue la plantación de 300 brotes de tamariscos del viernes, donde participaron unos cuarenta estudiantes de primero y segundo de ESO del SIN Empuriabrava (Castelló d'Empuries). Los alumnos se desplazaron en bicicleta hasta el Cortalet, donde hicieron una visita al Centro de Interpretación y a los observatorios más cercanos. Posteriormente, a las 11 de la mañana, se trasladaron a la balsa donde pudieron observar ejemplares de fartet en acuarios, ver las trampas que se utilizan para capturarlos durante los estudios y participar en la plantación de tamariscos, preparada y guiada por la cooperativa de trabajos forestales Foresterra.
Junto a la plantación, en la "Balsa del Fartet" se ha instalado una valla protectora de madera que evitará la entrada de los pastos de vacas. "Con las dos acciones conseguiremos dotar a la balsa de una vegetación más natural, que facilitará el refugio del fartet, puesto que actualmente estaba muy degradada", explica Anna Badosa, quien añade que "los tamarindos son unos árboles autóctonos típico de los humedales costeros que aguantan muy bien la salinidad".
El proyecto lo han completado otras actividades como una charla divulgativa, una encuesta a los visitantes del Parque Natural de los Aiguamolls del Empordà sobre su conocimiento de la especie o la elaboración de un tríptico informativo sobre el pez fartet. De forma transversal, y según Anna Badosa, "el proyecto ha ayudado a la conservación de la biodiversidad de los ecosistemas acuáticos continentales, que en las últimas décadas han sufrido una fuerte regresión a nivel mundial", y ha contribuido a los objetivos de la Estratégico 2020 de Biodiversidad establecidos por la Unión Europea.
El fartet (Aphanius Iberus) es un pez continental endémico del litoral mediterráneo de la península ibérica. La especie tolera amplios rangos de salinidad y temperatura, pero actualmente se encuentra desplazada a los ambientes más salobres debido principalmente a la presencia de un pez invasor de agua dulce, la gambusia (Gambusia holbrooki). La destrucción y deterioro de su hábitat a lo largo de las últimas décadas también ha contribuido a su regresión, y actualmente se conservan poco más de 20 poblaciones en toda la península ibérica.