Un nuevo software permitirá calcular la huella ambiental y de carbono de los productos del sector porcino
En un contexto como el actual, en el que la sostenibilidad y la huella ambiental de los productos se está convirtiendo en un criterio de compra cada vez más importante para los consumidores, las empresas del sector porcino están empezando a invertir recursos para hacer frente a esa demanda creciente. Parte de estos recursos se destinan a que las empresas tengan un mayor conocimiento de sus propios procesos productivos, a la aplicación de metodologías complejas ya procesos de verificación externa que deben certificar que la comunicación comercial que hacen de sus productos es transparente y honesta.
Ante esta realidad, el Centro Tecnológico BETA de la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC) ha desarrollado el PIGPEF, un software innovador que permite calcular con facilidad la huella ambiental y la huella de carbono de la cadena de producción del sector porcino. El objetivo es que en el etiquetado de los productos finales el cliente tenga garantizado que la empresa ha sido respetuosa con el medio ambiente y que la generación de CO₂ en el proceso productivo ha sido la mínima posible. En el sector porcino, la cantidad de CO₂ que se emite durante la elaboración de un producto depende de aspectos como la composición del pienso, la gestión de residuos y purines, o el tipo de transformación que requiere cada producto.
Según Joan Colón, responsable del Grupo de Desarrollo de Software del CT BETA, "el software PIGPEF se ha diseñado para que sea intuitivo y fácil de utilizar, tanto para profesionales como para no profesionales", y para que se convierta "en una opción válida para muchas empresas que quieran incorporar criterios de sostenibilidad a sus decisiones empresariales con mayor facilidad”.
Los resultados obtenidos a partir de la utilización del PIGPEF siguen los estándares de la UE en el ámbito de la huella ambiental de producto. Además, facilita que se pueda realizar la verificación de la huella ambiental conforme a los estándares ISO14064 o 14067, entre otros, ofreciendo herramientas esenciales para comunicar mejor las prácticas sostenibles a la industria porcina.
Una herramienta hecha bajo la guía del sector
El desarrollo de PIGPEF se ha llevado a cabo entre el CT BETA, INNOVACC, el Clúster Catalán de la Carne y la Proteína Alternativa, 333 Corporate —distribuidor oficial del PIGPEF—, el Grupo de Saneamiento Porcino de Lleida y el Clúster Español de Productoras de Ganado Porcino (i+Cerdo). El proyecto ha sido financiado por la convocatoria extraordinaria de ayudas para agrupaciones empresariales innovadoras del 2022 del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
El PIGPEF no es el único software de este tipo que está desarrollando el CT BETA. Según explica Joan Colón, "actualmente estamos trabajando con otros prototipos que pronto se podrán aplicar a más sectores de la industria alimentaria", siempre con la visión de reducir la necesidad de utilizar y adquirir aplicaciones profesionales complejas y de limitar la necesidad de consultoría externa especializada.
El Centro Tecnológico BETA de la UVic-UCC: referente en el ámbito de la sostenibilidad
El CT BETA nació en 2014 para impulsar la actividad investigadora en el campo de las tecnologías ambientales y la bioeconomía circular en la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC). Su misión principal es trabajar por ser un actor relevante para el desarrollo tecnológico, la mejora de la competitividad y la calidad de la vida de las sociedades rurales. El impulso por cumplir esta misión proviene tanto de la ejecución de proyectos de I+D+i como de la transferencia de conocimiento al sector público y privado.
En pocos años el CT BETA se ha convertido en un referente científico nacional e internacional para la resolución de problemas ambientales que impliquen la integración del tratamiento de efluentes gaseosos, aguas residuales y residuos sólidos orgánicos municipales e industriales, con especial atención al sector agroalimentario. Además, el CT BETA también se ha convertido en un actor pionero en la integración de la sostenibilidad ambiental, económica y social en los sectores industriales, así como en el desarrollo de la capacidad de tener una influencia directa en todos los niveles de administración pública para acompañar en el desarrollo de políticas ambientales basadas en evidencias científicas.