Publican un estudio con participación de Narciso Fernández para frenar la replicación de las células aplicable a las cancerígenas
Una gran mayoría de cánceres se caracterizan por una proliferación celular descontrolada. La radioterapia y muchos tratamientos de quimioterapia clásica persiguen el mismo objetivo: detener la replicación del ADN de estas células cancerígenas para que no se reproduzcan y evitar así que el tumor evolucione. Para ello se utilizan ciertos tipos de radiación (radioterapia) o sustancias químicas (quimioterapia) que buscan inducir el máximo daño posible. El objetivo es impedir que la maquinaria de replicación pueda copiar el material genético. La gran limitación de estos tratamientos, sin embargo, es la elevada toxicidad con la que afecta a las células sanas del organismo.
Es posible un tratamiento eficaz contra el cáncer que impida la copia del ADN sin la necesidad de 'bombardear' toda la maquinaria de replicación celular y provocar tantos 'daños colaterales'? Un equipo de científicos conformado por Marina Guerrero-Puigdevall y Jordi Frigola, del Instituto de Investigación Biomédica de Girona Dr. Trueta (IDIBGI), y por Narciso Fernández-Fuentes del Departamento de Biociencias de la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC) lo defiende en un estudio pionero publicado en Nature Communications. El equipo investiga cómo desactivar la replicación celular inhibiendo de forma específica piezas claves de la maquinaria que copia el material genético. Es decir, interviniendo de forma más precisa y menos invasiva, evitando así la destrucción de las diferentes partes implicadas en el proceso.
Actuar en la etapa preliminar
En la etapa G1 (previa a la síntesis) es donde se 'cuecen' los ingredientes para que se pueda activar la síntesis de ADN. Sólo las células que aprueban la etapa G1 pasan a la fase siguiente o de síntesis. Los investigadores buscan manipular esta etapa preliminar mediante unas proteínas purificadas (unas proteínas muy concretas que se aíslan en el laboratorio) que detienen el proceso. "A día de hoy todos los tratamientos actúan una vez la síntesis de ADN ya ha comenzado -explica Jordi Frigola, investigador principal del grupo de Replicación Genómica del IDIBGI-. Nosotros creemos que si intervenimos en la fase preliminar de 'cocción' en G1 podremos reducir significativamente la toxicidad de los tratamientos actuales y, al mismo tiempo, ser igualmente eficaces en detener la proliferación tumoral ". Esto reduciría significativamente los efectos adversos de los tratamientos de radioterapia y quimioterapia.
En los últimos años, y por cuestiones puramente técnicas, añade Frigola, "nuestro conocimiento de esta etapa preliminar ha aumentado exponencialmente, especialmente en el organismo modelo de la levadura. Lo que antes se sabía que pasaba sin saber los detalles del cómo y el porqué, ahora lo conocemos en detalle. Nosotros queremos trasladar este conocimiento a células humanas, para encontrar maneras más específicas y menos invasivas de detener la proliferación tumoral ".
Tres objetivos
El proyecto persigue tres objetivos. En primer lugar, desarrollar el ensayo utilizando proteínas humanas y conocer mejor cómo funciona el proceso de copia en células humanas. El segundo paso es buscar nuevas dianas terapéuticas. Finalmente, "queremos desarrollar nuevas maneras de incidir en estas nuevas dianas que permitan detener la copia del material genético de una manera más específica y, por tanto, menos tóxica que los tratamientos actuales", dice el investigador.
Frigola apunta que no hay ningún dato científico que indique que el proceso entre la levadura y las células humanas sea demasiado diferente. "Sin duda será más complejo, pero el principio se espera que sea similar. Como en todas las tareas esenciales de las células, cuando algo funciona, la evolución, por defecto, es muy conservadora ", indica.