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Nuevos modelos de gestión de los residuos orgánicos urbanos en el arco mediterráneo en un proyecto europeo liderado por el Centro Tecnológico BETA

Un dels punts de compostatge de la prova pilot a Masies de Roda

Nuevos modelos de gestión de los residuos orgánicos urbanos en el arco mediterráneo en un proyecto europeo liderado por el Centro Tecnológico BETA

Las ciudades del arco mediterráneo se enfrentan, desde hace décadas, a un progresivo incremento y concentración de la población y en un aumento de la construcción y del turismo. Los límites de crecimiento con el que se encuentran estos entornos urbanos hace que la correcta gestión de los residuos sea clave para garantizar un entorno de vida saludable. Sólo en Cataluña, se generan casi 4 millones de toneladas de residuos, de las cuales más de un tercio se trata de residuos orgánicos. En este contexto, el proyecto de investigación científica DECOST (Decentralized Composting in small to medium towns) desarrolla, durante tres años, un nuevo marco de gestión municipal de los residuos orgánicos para ciudades pequeñas y medianas del arco mediterráneo.

Su objetivo es crear sistemas cerrados y descentralizados de compostaje comunitario y doméstico, en el que los municipios y los vecinos tengan un papel primordial a la hora de valorizar los residuos orgánicos y darles salida vía proyectos de agricultura urbana, mejorando los porcentajes actuales de recogida de la fracción orgánica. Actualmente, en Cataluña sólo se recoge selectivamente entre un 33 y un 36% de los residuos orgánicos que se generan. El proyecto lo coordina el Centro Tecnológico BETA (Biodiversidad, Ecología y Tecnología Ambiental y Alimentaria) de la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC) y está financiado por la Unión Europea a través del programa de cooperación ENI CBC Mediterranian Sea Basin Programme, que contribuye con 2,7 millones de euros (ME), un 90% del total del presupuesto, que asciende a 3,1M €.

Ocho socios de seis países y cuatro pruebas piloto

En total en DECOST participan ocho socios, entre universidades, centros de investigación y administraciones públicas, de seis países diferentes del arco mediterráneo: aparte del CT BETA, forman parte del consorcio la Università Politecnica delle Marche y el Ente di Gobierno rifiuti y risorse Idriche Basilicata de Italia; la University of Patras, Grecia; el Irbid Agriculture Directorate y la Jordan University of Science and Technology de Jordania; la Galilee Society (Arab National Society for Health Research and Services) de Israel; y Palestina Technical University Kadoorie de Palestina.

En el proyecto también se han involucrado agencias de residuos y municipios de los diferentes países participantes para, según Joan Colón, investigador principal del DECOST, "formar un equipo internacional y multidisciplinar que aporte tanto conocimientos técnicos como conocimientos en el ámbito local de procesos de gobernanza ". Más en concreto, uno de los retos del DECOST es implementar experiencias demostrativas o pruebas piloto diferentes de valorización de residuos orgánicos municipales que tendrán lugar en España, Italia, Jordania y Palestina. En todas ellas se partirá de la implementación de nuevos sistemas de compostaje de los residuos orgánicos municipales de forma comunitaria y doméstica.

Dos pruebas piloto en Osona
Dos de estas pruebas piloto las desarrollarán directamente investigadores del Centro Tecnológico BETA y tendrán lugar en la comarca de Osona: por un lado, en el municipio de Les Masies de Roda, el proyecto DECOST incorporará un sistema de compostadores comunitarios por todo el municipio que permitan tratar la totalidad de los residuos orgánicos que se producen. La prueba piloto se pondrá en marcha a principios de este octubre, y se hará coincidir con la implantación del sistema de recogida de desechos puerta a puerta en este municipio a través de la empresa mixta Recogida de Residuos de Osona del Consell Comarcal. Este viernes por la tarde se ha presentado en rueda de prensa en el Ayuntamiento de Masies de Roda.

El alcalde del municipio, Jordi Vistós, explicó que esta es "una oportunidad única para Les Masies de Roda, que se podrán trata los residuos orgánicos de una manera singular y efectiva, facilitando aún más el puerta a puerta a los vecinos y ofreciéndoles un retorno que los beneficia ". En este sentido, Joan Colón explicó que precisamente el retorno social es uno de los pilares de todo el proyecto DECOST, pero también de la prueba piloto que se hace en Masies. El investigador afirmó que se prevé alcanzar porcentajes de entre el 70% y el 80% de recogida selectiva, además de obtener una fracción mucho más limpia en el reciclaje y un producto, el compuesto, de muy alto valor añadido.

El sistema de funcionamiento es sencillo: el puerta a puerta afectará a todas las fracciones de desechos menos el vidrio, que se seguirá llevando al contenedor, y el orgánico, que los vecinos abocarán a 16 puntos de compostaje ubicados estratégicamente en todo el municipio, "en lugares donde hasta ahora había contenedores ". El compuesto resultante devolverá a los vecinos que lo deseen, que podrán usarlo como abono de sus huertos y jardines. La parte sobrante se destinará a proyectos de agricultura urbana de asociaciones de ámbito social. Para Colón, uno de los grandes ventajas de este proyecto de compostaje comunitario es su gestión profesionalizada, que "garantiza un funcionamiento sin problemas, tales como malos olores, y un producto resultante de calidad óptima".

En la rueda de prensa, el vicerrector de Investigación y Transferencia de Conocimiento de la UVic-UCC, Jordi Collet, ha hecho hincapié en la importancia de proyectos aplicados como éste, que "dejan claro que la investigación de alcance internacional no es algo raro y lejano sino muy real, arraigado en el territorio y con una clara incidencia beneficiosa y directa en el mundo local ". La consejera comarcal de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Margarita Feliu, recalcó la importancia del trabajo conjunto entre universidad, centros de investigación, administraciones y ciudadanía para avanzar hacia un contexto más sostenible, y afirmó que es responsabilidad de las administraciones garantizar que iniciativas como la ENI DECOST se puedan poner en marcha y funcionen.

Por otra parte, el proyecto también permitirá probar un sistema de tratamiento de la fracción verde en el barrio de San Lázaro y Cuatro estaciones de Vic basado en el compostaje comunitario, con la idea de resolver necesidades actuales de este barrio como la gestión de las restos vegetales de los jardines.

Valorizar hasta 2000 toneladas de residuos orgánicos cada año

Con el nuevo sistema, los investigadores prevén reducir los residuos orgánicos y valorizar entre 1.500 y 2.000 toneladas anuales (entre 350 y 500 toneladas anuales a cada prueba piloto). Los equipos técnicos del Decoster trabajarán, en paralelo para impulsar proyectos de agricultura urbana en los que se pueda dar salida al compost generado. También se harán formaciones a personal de las administraciones públicas y se utilizarán herramientas informáticas y aplicaciones móviles para incrementar el conocimiento y el compromiso de la ciudadanía en la gestión de residuos.

A largo plazo, dice Colón, "se trata de llegar a un desarrollo urbano inteligente, sostenible e inclusivo, al tiempo que adaptado a la realidad de las ciudades tanto del Norte como del Sur de la región mediterránea". Según el investigador principal del proyecto, "una planificación de residuos viable ambiental y económicamente sólo será factible si incorpora la perspectiva social y adopta un enfoque centrado en las personas, potenciando la sociedad civil y aumentando la capacidad de creación institucional". Finalmente, se trata de garantizar que las cuatro experiencias demostrativas se puedan reproducir, al finalizar el proyecto, a otros municipios del arco mediterráneo.

 

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