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Marta Otero: 'Hemos parado máquinas de investigación para facilitar la vertiente asistencial del TR2Lab'

Marta Otero: 'Hemos parado máquinas de investigación para facilitar la vertiente asistencial del TR2Lab'

La emergencia sanitaria que ha provocado el nuevo coronavirus ha repercutido también en los grupos de investigación de la Universidad. Uno de los ejemplos es el TR2Lab. La mayoría de sus miembros combinan la docencia y la investigación con la tarea como personal asistencial en centros como el Hospital Universitario de la Santa Creu de Vic (HUSC), el Hospital Universitario de Vic (HUV) y el Hospital de Olot. La situación generada por la COVID-19 ha hecho que estos investigadores hayan recibido una presión asistencial muy alta en los centros donde trabajan y que hayan tenido que reorientar su actividad a tareas y ámbito de especialización a los que no están acostumbrados. Algunos, además, han sufrido en primera persona la enfermedad.

Por ello, y ya desde el primer momento de la declaración del estado de alarma, el grupo de investigación ha tenido que replantearse el funcionamiento, empezando para detener todos los proyectos de investigación experimental en el laboratorio así como los proyectos de investigación clínica que se llevaban a cabo en los hospitales. En la vertiente formativa del grupo, y teniendo en cuenta que una parte de sus miembros ha pasado a ser exclusivamente personal asistencial, la actividad se ha centrado a replantear los planes de investigación de los doctorandos, a reorientar los proyectos de TFG fundamentalmente clínicos que se tutorizan desde el grupo ya convertir algunas prácticas experimentales de estudiantes de ciencias en trabajos de investigación bibliográfica. Y se ha orientado parte de la actividad investigadora en el análisis de datos de trabajos previos y la elaboración de artículos científicos. En relación a la COVID-19, algunos de los investigadores del TR2Lab están colaborando en proyectos de investigación en curso, por ejemplo recogiendo muestras para el ensayo clínico liderado por Oriol Mitjà. También trabajan en la solicitud de nuevos proyectos en el entorno de esta enfermedad.

Marta Otero, coordinadora del grupo, explica que "hemos parado máquinas de investigación y hemos puesto en marcha mecanismos de apoyo a los miembros del grupo que son profesionales del ámbito sanitario". De los 23 integrantes del TR2Lab, 14 ejercen como personal asistencial. Otero también recalca que "algunos estudiantes de enfermería que hacían el TFG al grupo se han incorporado a centros sanitarios".

Estar presentes en momentos de excepción

Algunos de los miembros del grupo de investigación han sufrido la enfermedad del nuevo coronavirus directamente. Esta circunstancia ha provocado que "desde el grupo intente ser 'presentes' en la vida de los compañeros, a pesar de la distancia, para detectar en que podíamos ayudarles tanto a nivel profesional como personal", dice Otero. También se han buscado maneras para repartir las tareas asignadas habitualmente a los investigadores del grupo que ahora trabajan exclusivamente en los hospitales. En cuanto a la protección de los profesionales, el grupo identificó los materiales de que disponía y que podía ceder, y también ha trabajado en la producción de nuevos materiales (pantallas de protección facial y batas desechables) a partir de iniciativas personales. Asimismo, se puso a disposición del sistema universitario (CRUE) y de salud territorial la RT-PCR de que dispone el grupo, un aparato que sirve para llevar a cabo los test de diagnóstico de COVID-19, adquirida recientemente en el marco del proyecto PECT-Osona Transformación Social.

"Esta crisis sanitaria mundial nos pone a prueba a todos los investigadores, no sólo desde la perspectiva de nuestro trabajo del día a día, sino también desde nuestro compromiso con la sociedad", valora Otero. La coordinadora del TR2Lab destaca la importancia de "saber trabajar conjuntamente y coordinadamente el personal asistencial y los investigadores biomédicos" y la necesidad de mejorar en las estrategias científicas compartidas entre estos dos colectivos. También cree que "hay que poner más en valor la investigación en ciencias básicas para ayudar a afrontar situaciones sanitarias como la que estamos viviendo", y menciona que es desde los conocimientos derivados de la investigación básica desde donde se ha podido contribuir al conocimiento de la estructura del virus causante de la enfermedad COVID-19, de las características de las células que infecta, a poner en marcha test de diagnóstico por la técnica de RT-PCR o aplicar análisis matemáticos para hacer predicciones de la evolución de la pandemia.

Investigadoras y sanitarias, con nombres y apellidos

Helena Sureda, doctoranda y enfermera al HUSC, y Marta Ferrer, directora de Enfermería del HUSC están recuperando o ya se han recuperado del todo de su positivo por COVID-19. Admiten haberse sentido "muy acompañadas en todo el proceso", sobre todo en el hecho de que el resto de compañeros del grupo asumieran sus tareas en la Universidad cuando ellas no podían hacerlo. "Recibir mensajes desde el primer día, ver cómo miembros del grupo diseñan EPIS desde casa, o notar la preocupación continua por la situación que vives es muy reconfortante", concluye Sureda.

"En el Hospital Universitario de la Santa Cruz ahora trabajamos de manera muy diferente a nuestro día a día normal y damos cuidados diferentes de las que estamos acostumbrados", dice la enfermera, según la cual "también hay mucho miedo, sobre todo a volver en casa y no saber si puedes contagiar a tus seres queridos ". Por su parte, Marta Ferrer habla de su trabajo a distancia; "Hago contactos para conseguir EPIS, seguimiento y apoyo de profesionales que están de baja e incluso guardias de noche no presenciales".

"El hecho de ver a los pacientes sólo ante situaciones tan duras hace que nuestro rol de acompañamiento tome más valor, a pesar de las dificultades para poder desarrollar", dice Marta Casals, doctoranda y enfermera al HUSC, que también habla sobre el aumento de horas en los turnos y los cambios en días de fiesta enfocados a una menor rotación y exponer a menos trabajadores. "Somos conscientes de las profesiones que hemos decidido ejercer, y que en situaciones así hay que reordenar seleccionados y aportar nuestro granito de arena para mejorar las circunstancias", dice Casals.

El testimonio de Mariona Espaulella, médico geriatra en el HUV y al HUSC y doctoranda, se centra en la intensidad de la situación que están viviendo los hospitales y en la carga emocional no sólo de los pacientes, sino también del entorno familiar y los mismos profesionales. "Estamos acostumbrados a tener el apoyo de las familias en el cuidado de los pacientes, al trato directo y cercano con ellos", dice Espaulella, según la cual "el contexto actual hace más complicado crear un vínculo de confianza". Para Espaulella, formar parte de un grupo de investigación como el TR2Lab es un gran apoyo a la hora de afrontar la situación actual: "te ayuda a tener siempre la mente abierta, y seguro que lo que ahora estamos viviendo nos ayudará, más adelante, a plantear opciones de búsqueda para generar evidencia. "

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