Pasar al contenido principal

Los alumnos de Ingeniería Biomédica de la UVic-UCC harán prácticas en tres empresas durante el grado

Los alumnos de Ingeniería Biomédica de la UVic-UCC harán prácticas en tres empresas durante el grado

Los alumnos del grado en Ingeniería Biomédica de la Universitat de Vic - Universitat Central de Catalunya (UVic-UCC) harán prácticas en tres empresas, o en tres departamentos diferenciados de la misma empresa, antes de finalizar sus estudios. El itinerario se ha diseñado para que, al completar las prácticas, los estudiantes hayan trabajado directamente y en un contexto real en los tres pilares en torno a los cuales se articula el grado: la sensórica al servicio de las personas, el análisis de datos y señales biomédicas (y su uso en los sistemas inteligentes de toma de decisiones), y la bioinformática. Asimismo, se plantea en un formato dual, de modo que los alumnos trabajen y estudien al mismo tiempo, creando sinergias entre lo que hacen en la empresa y lo que aprenden en el aula.

Este itinerario dual es la novedad principal para el próximo curso del grado en Ingeniería Biomédica, que se imparte en la Facultad de Ciencias y Tecnología (FCT). Este marzo, sin embargo, el nuevo modelo de prácticas ya se ha puesto en marcha con una fase piloto en la que participan cuatro alumnos de tercero, que ya están cursando el primer bloque de prácticas remuneradas en la multinacional Seidor, un referente en soluciones de consultoría en servicios TIC de valor añadido en el ámbito de la salud y en consultoría de software de gestión.

Una nueva mirada a la relación Universidad - Empresa

Con la puesta en marcha de este itinerario dual de prácticas, el grado en Ingeniería Biomédica propone una nueva relación entre los ámbitos académico y profesional. "Se favorece que lo que los estudiantes hacen en la empresa esté estrechamente conectado y complemente lo que trabajan en las asignaturas en el aula", explica Laura Dempere, coordinadora del grado. En este sentido, un docente se responsabiliza de tutorizar a los alumnos, hacer de nexo entre la empresa y la Universidad, y encontrar el encaje entre los proyectos reales y el plan de estudios del grado.

La novedad que introduce este programa radica precisamente en cómo se establece este encaje. En primer lugar, los proyectos en los que trabajan los estudiantes se identifican conjuntamente entre el ámbito académico y la empresa, se incorporan de forma efectiva a su currículo y los trabajan en el aula con el acompañamiento de los docentes responsables de las asignaturas implicadas. De este modo, la empresa incorpora la mirada académica de los profesores investigadores, y la transferencia de conocimiento a la sociedad se convierte en una consecuencia lógica de las interacciones que se producen en este programa. "Empresa y mundo académico se acercan, y se aportan mutuamente nuevas perspectivas y conocimientos que sitúan los dos mundos en una posición muy competitiva. Asimismo, el estudiante vive una experiencia privilegiada y altamente motivadora, cerrando así un triángulo virtuoso ", sintetiza Laura Dempere.

En total son 900 horas de prácticas, de carácter optativo y con posibilidad de ser remuneradas, que los estudiantes que lo deseen llevarán a cabo en un máximo de un año y medio, mientras cursan tercero y cuarto. Estos períodos en la empresa complementarán o se incluirán en las prácticas curriculares y obligatorias, de 300 horas de duración, y permitirán a los alumnos trabajar en la empresa privada pero también en hospitales o en centros y grupos de investigación entre otros. El carácter rotatorio de este programa dual se inspira en el modelo de éxito de Medicina, en el que los estudiantes consolidan en el marco asistencial los contenidos trabajados en el aula al tiempo que alcanzan competencias profesionales. Está previsto que más adelante tome una dimensión internacional.

Vínculos con Medicina

Del mismo modo que el grado en Ingeniería Biomédica tiende puentes con la industria de su sector, también establece vínculos con los estudios del ámbito de la Salud que se imparten en la UVic-UCC. "Cuando los nuevos ingenieros biomédicos entran en el mundo profesional suelen necesitar un periodo de adaptación para que sus ritmos, perspectivas y lenguaje se encuentren con los de otros sectores con los que tienen que trabajar, como los médicos, pero también las enfermeras o los fisioterapeutas", explica Laura Dempere. Para la coordinadora del grado, "la penetración de la tecnología en el ámbito de la salud y de los cuidados es imparable y hay que tender puentes entre todos estos perfiles, desde las fases formativas, para que interaccionen y se comuniquen de forma efectiva en la definición de soluciones que sean sensibles a las necesidades de los pacientes".

Por ello, el grado organiza actividades formativas que ponen en contacto a sus estudiantes con alumnos, profesores e investigadores de estos ámbitos a la misma UVic-UCC. Sesiones de debate o talleres conjuntos, charlas de investigadores o clases impartidas a laboratorios de la Facultad de Medicina son algunos ejemplos.

El grado en Ingeniería Biomédica se articula en torno a la noción de Big Data en biomedicina, una realidad que debe permitir la transición hacia la medicina personalizada que protagonizará la práctica clínica del siglo XXI. Su plan docente forma profesionales expertos en todo el ciclo de vida de los datos: desde su adquisición a partir de dispositivos biomédicos como los wearables o de los datos ómicos que ofrece la biotecnología hasta la toma de decisiones médicas utilizando herramientas de 'inteligencia artificial. Todo ello sin perder de vista la transformación digital que están experimentando los servicios de salud y con el objetivo prioritario de mejorar el estado de salud y la calidad de vida de las personas.

Contacta con nosotros

Si tienes alguna duda, tenemos la respuesta

Contacto