La UVic-UCC lidera la captación de recursos en el ámbito de la bioeconomía circular en Cataluña
La bioeconomía circular, un concepto relativamente nuevo que está evolucionando de una forma muy rápida en los últimos años, pone su foco en fomentar la utilización sostenible y eficiente de los recursos de origen biológico en el sector industrial. La bioeconomía circular tiene en cuenta las distintas opciones de valorización de los residuos y subproductos orgánicos que genera la cadena de producción y ayuda a cerrar el círculo de las explotaciones. El mundo de la investigación y la innovación se está moviendo para ofrecer soluciones en nuevas formas de producir y consumir que respeten los límites ecológicos de nuestro planeta, siendo uno de sus ejemplos la Universidad de Vic – Universidad Central de Cataluña (UVic- UCC), principalmente a través del Centro Tecnológico BETA.
El monográfico Análisis de la especialización en bioeconomía circular, publicado en 2021 en el marco de la colección “Monitorización de la RIS3Cat” —editada por la Dirección General de Promoción Económica, Competencia y Regulación de la Generalidad de Cataluña—, recoge datos que permiten visualizar que en 2020 la UVic-UCC fue la principal entidad de Cataluña en captación de fondos competitivos destinados a proyectos del ámbito de la bioeconomía circular, con un total de 3.793.468 euros recibidos. Los datos que apoyan este informe provienen de la plataforma de mapeo de la especialización inteligente de Cataluña (Plataforma RIS3-MCAT).
Participación del CT BETA en varios proyectos
Esta posición destacada de la UVic-UCC en el panorama catalán se debe, en gran parte, a los resultados alcanzados estos últimos años por el Centro Tecnológico BETA. Este centro participa, hoy en día, en una gran cantidad de proyectos europeos directamente relacionados con diversos aspectos de la bioeconomía circular y lidera varios. El CT BETA también ha obtenido otros proyectos financiados a nivel estatal y tiene una participación activa en diversos grupos operativos del Plan de desarrollo rural de Cataluña, junto a empresas.
Los programas en los que ha tomado parte el CT BETA han sido, en muchos casos, la clave para empezar a hacer frente a necesidades muy específicas del sector agroalimentario o para iniciar líneas de trabajo de investigación. Un ejemplo de ello es la producción de bioplásticos a partir de residuos agroindustriales, temática en la que se centró el proyecto VALORA, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación. Con todo, el peso de la UVic-UCC y del CT BETA en el ámbito de la bioeconomía circular tiene todavía mucho potencial de crecimiento. Recientemente, se ha anunciado que dos nuevos grandes proyectos europeos coordinados por la Universidad de Ghent y con participación del CT BETA recibirán financiación. Se trata de los proyectos NOVAFERT y NutriBudget, que reforzarán la apuesta del centro por ser referentes en el ámbito de la gestión de nutrientes y la producción de fertilizantes alternativos desde una óptica circular.
Estos dos proyectos se sumarán a otros proyectos europeos de referencia, como son el FERTIMANURE, y otros proyectos financiados por el programa europeo H2020: AccelWater, Sea2Land o el ETN REFLOW, una Acción Marie Curie. Además, el CT BETA es la única entidad de España que participa en dos proyectos “flagship” del programa Bio-Based Industries (BBI), a través de los proyectos CIRCULAR BIOCARBON y VioBond.
Un centro en continuo crecimiento
Desde su inauguración en noviembre de 2014, el Centro Tecnológico BETA de la UVic-UCC ha experimentado un crecimiento exponencial en sus indicadores de resultados. De unos ingresos provenientes de convocatorias competitivas que no llegaban a los 200.000 euros, se pasó a sobrepasar, en 2021, los 2 millones sólo en este ámbito. Además, en 2021 el Centro BETA logró captar 3,2 millones de euros de financiación competitiva, unos ingresos que se repartirán durante los próximos 3-4 años. Esto permite que este centro tenga recursos para hacer ciencia, investigación aplicada e innovación cada vez de mayor calidad, con criterios de sostenibilidad ambiental y en los ámbitos de la industria alimentaria y el medio ambiente, teniendo siempre presentes los retos de los actores de nuestro territorio y con una visión global de lo que se está haciendo a nivel internacional.
En palabras de Sergio Ponsá, director del Centro Tecnológico BETA, "nuestro objetivo no es crecer en números, sino consolidar nuestro modelo de centro y una investigación de calidad que aporte competitividad y beneficios al territorio cercano". Además, añade que “el crecimiento cuantitativo es una consecuencia del trabajo realizado” en las cinco áreas de experiencia en las que se está especializando el centro.
En cuanto al personal, el centro empezó en 2014 con un equipo de 2 doctores y 3 técnicos, que a día de hoy se han convertido en uno de 60 personas de 12 nacionalidades, que incluye investigadores y personal técnico especialista de varios perfiles.
Participación del CT BETA en el congreso BIT
Algunos de los proyectos de bioeconomía circular en los que participa el CT BETA tendrán una presencia destacada en el primer Congreso de Bioeconomía, Innovación y Tecnología (BIT 2022), que tendrá lugar los próximos 6 y 7 de abril en el Edificio el Sucre de Vic. El Congreso BIT 2022 nace con el fin de impulsar la transformación del sector primario promoviendo la incorporación de estrategias empresariales e innovaciones tecnológicas que permitan una producción de alimentos y bioproductos más eficiente, saludable y respetuosa hacia el medio ambiente. El congreso coincide con uno de los eventos de referencia del sector agrario y ganadero catalán, el Mercat del Ram de Vic.
El CT BETA presentará en el Congreso BIT 2022 varios proyectos de bioeconomía. Uno de ellos es el FERTIMANURE, que trabaja para la producción de fertilizantes de alto valor añadido a partir de deyecciones ganaderas. Otro es el FERTILWASTES, que valoriza coproductos procedentes del tratamiento de residuos para obtener nuevos productos para la agricultura. También se expondrán el SMART-Plant, un proyecto ya finalizado que ha ayudado a escalar tecnologías para recuperar materiales de alto valor en depuradoras de aguas residuales, y el DECOST, que ayuda a incorporar el compostaje comunitario en pueblos mediterráneos como sistema principal para tratar la fracción orgánica de los residuos municipales. Según Sergio Ponsá, “es muy importante que Vic y Lleida hayan decidido iniciar un congreso como éste; para entidades de investigación como la nuestra, es un espacio de encuentro con el sector privado y la administración a partir del cual seguir buscando nuestro impacto”.