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Identifican 7.129 aves acuáticas invernantes entre el Ripollès, Osona y la Selva en el censo anual de estas aves en el Alt Ter

Observación el dia del censo, el 12 de enero pasado

Identifican 7.129 aves acuáticas invernantes entre el Ripollès, Osona y la Selva en el censo anual de estas aves en el Alt Ter

El censo de aves acuáticas invernantes de la conca del Alt Ter ha contabilizado un total de 7.129 aves, según las conclusiones de esta actividad que coordina el Centro de Estudios de los Ríos Mediterráneos de la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic- UCC), área ambiental del Museo del Ter. Los resultados del censo, que se llevó a cabo el 12 de enero pasado, se acaban de hacer públicos y recogen una disminución significativa de la presencia del cormorán grande, que podría ser circunstancial, y una presencia abundante de la gaviota patiamarilla y del ánade, las dos especies más presentes en la zona estudiada, que abarca las comarcas del Ripollès, Osona y una parte de la Selva, hasta el embalse del Pasteral.

La elaboración de este censo es una iniciativa de voluntariado, donde participan el Grupo de Naturalistas de Osona (ICHN - IEC), el Grupo de Anillamiento de Calldetenes-Osona y el GEDEN-Ripollès, y en esta ocasión participaron 33 personas como observadores voluntarios. El censo, que se lleva a cabo cada enero desde el año 1989, consiste en un recorrido matinal de los grupos en la orilla del río, con el propósito de contabilizar todos los pájaros que se puedan identificar, así como otros animales, incluidos sus rastros. Paralelamente a cada recorrido, al atardecer también se hacen censos específicos de los dormideros de garzas reales y afines (ardeidos), cormoranes y gaviotas (láridos) presentes en los diversos sectores. Esta información se complementa con datos meteorológicos como la temperatura, la presencia de hielo o de niebla, el estado del cielo o el nivel del agua -sobre todo los embalses-, entre otros.

En esta ocasión, los voluntarios se repartieron en 8 tramos a lo largo de los 100 km de río. También visitaron dormideros de cuervo marinos y ardeidos, pero no pudieron censar la zona húmeda de gaviotas porque que en las fechas del censo dormían fuera de la comarca de Osona.

Baja la presencia del cormorán

De entre los resultados obtenidos destaca la contabilización, únicamente, de 250 ejemplares de cormorán (Phalacrocorax carbo), una cifra notablemente menor que los años anteriores. La población de esta ave en Osona, que se reproduce en el norte de Europa e inverna en los países mediterráneos, fluctúa habitualmente entre los 400 y los 800 pájaros, posiblemente debido a las medidas de control de esta especie que se llevan a cabo tanto en el norte de Europa (por presiones de los pescadores) como aquí, donde ha sido excluida de la lista de especies protegidas. También pueden influir las oscilaciones climáticas en las zonas de cría e invernada. Los autores del censo apuntan que el descenso podría ser circunstancial, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, por lo que habrá que valorar los datos de los próximos años para ver su evolución.

Entre las especies observadas también destaca la gaviota patiamarilla (Larus michaelis), que sigue siendo muy abundante, sobre todo en Osona. De día se pueden ver alimentándose en grandes grupos en los campos recién abonados y en algunos vertederos. Se suelen reunir para dormir al dormidero principal, situado actualmente en los tejados de una gran nave industrial de Roda de Ter. El año 2019, sin embargo, habían cambiado temporalmente la ubicación del dormidero y, por tanto, no se pudieron contabilizar.

También es destacable la presencia de ánades reales (se contabilizaron 1.529), sobre todo en entornos urbanos donde se encuentran más protegidos y, en ocasiones, sobrealimentados. Por otra parte, varias especies de ardeidos, como la garceta común (Egretta garzetta) -2 ejemplares-, la garza real (Ardea cinerea) -76-, la garza blanca (Casmerodius albus) -12- y la garcilla bueyera (Bubulcus ibis), se consolidan como invernantes en el Alto Ter. Los bueyeros, como ya se describió los años 2017 y 2018, no fueron prácticamente detectados el día del censo, pero buena parte del invierno se fueron observando grupos bastante numerosos en varios dormideros. El 12 de enero se contaron 232 individuos en término de Santa Eugenia de Berga.

Durante el censo también se observaron 12 cercetas (Anas crecca) y 30 zampullines (Tachybaptus ruficollis), que duplican los contabilizados el año 2018. Asimismo, destaca la elevada presencia de agachadiza comunes (Gallinago gallinago) y agachadiza chica (Lymnocryptes minimus) de los que el día del censo se contaron 31 y 3 respectivamente, y es destacable la presencia de 44 avefrías (Vanellus vanellus), que pese a no ser invernantes fijas al Alto Ter es frecuente detectar grupos numerosos que están pasando unos días. También fue elevado el número de pinzones (Fringilla coelebs) detectados, concretamente 1.250 ejemplares, aunque en otros censos de aves invernantes ya se superaron el millar de individuos (los años 2018, 2016, 2013 o 2006). Finalmente, se ha detectado un número muy elevado de petirrojos (Erithacus rubecula), de los que se han contabilizado 3.111 a lo largo del censo, y de lúganos (Carduelis spinus), con un total de 310 ejemplares.

Los datos recogidos se agrupan con los de todos los otros censos que se llevan a cabo simultáneamente en Cataluña y en toda Europa. La coordinación del censo del conjunto de Cataluña va a cargo del Servicio de Protección de la Fauna, Flora y Animales de Compañía de la Dirección General del Medio Natural y Biodiversidad de la Generalitat de Cataluña.

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