Expertos y usuarios impulsan una declaración de apoyo al sector residencial en una sesión reflexiva en la UVic-UCC
Profesionales y usuarios de organizaciones asistenciales y académicos expertos en el sector de cuidados a personas vulnerables han impulsado una declaración de apoyo al sector residencial. El documento ha surgido de una sesión reflexiva que tuvo lugar este martes por la tarde en la Universidad de Vic – Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC), impulsada por su Cátedra de Cuidados Paliativos, y que reunió a una cuarentena de personas, entre ellas el consejero de Derechos Sociales de la Generalidad de Cataluña, Carles Campuzano. El conjunto de propuestas de mejora se centran en la atención a los pacientes y a sus familias, a los derechos y necesidades de los profesionales que trabajan y en cuestiones de recursos y financiación del sector, y se concretan en un decálogo que toma el nombre de Declaración de Vic.
La sesión de trabajo contó con la implicación de gestores de residencias geriátricas, de atención a personas con discapacidad y de salud mental de toda Cataluña, además de representantes de organizaciones de usuarios, y varios profesionales de atención directa y del sector residencial. Además del consejero de Derechos Sociales, participaron activamente el secretario de Asuntos Sociales y Familias, Lluís Torrents; la directora general de la Autonomía Personal y la Discapacidad, Marta Segura; la responsable de Atención Integrada del Departamento de Derechos Sociales, Conxita Barbeta; la directora general de la Fundación de Estudios Superiores en Ciencias de la Salud, Marina Geli; el director de la Cátedra de Cuidados Paliativos de la UVic-UCC, Xavier Gómez Batiste; y el director de Atención Integrada del Departamento de Salud, Jordi Amblàs. En la apertura de la sesión tomaron parte el rector de la UVic-UCC, Josep Eladi Baños, y la presidenta de la Fundación Universitaria Balmes y alcaldesa de Vic, Anna Erra.
La Declaración de Vic entronca con los resultados del estudio RESICOVID19, realizado en los últimos dos años, para describir el impacto de la pandemia por cóvid-19 en el sector residencial y recoger los factores de resiliencia del sector, así como evidenciar sus carencias y necesidades. El estudio, impulsado por la UVic-UCC y con la participación de ocho grupos de investigación y numerosas organizaciones, ya elaboró en su día más de 200 propuestas de mejora que ahora se resumen y aterrizan en este decálogo.
Punto de partida real para la transformación del sector
También parte de la conciencia de que “el sector residencial tiene una gran importancia cuantitativa y cualitativa, es un activo y motor económico y social, y debe elaborar e implementar una renovación estratégica que lo adapte a las nuevas necesidades derivadas del envejecimiento, y de la prevalencia y complejidad de personas con enfermedades crónicas de todo tipo que ya está atendiendo”, explica Xavier Gómez Batiste. El director de la Cátedra de Cuidados Paliativos de la UVic-UCC explica que, el documento aprobado ayer “hace un reconocimiento al sector por la función que cuida a las personas vulnerables y por la resiliencia demostrada en respuesta a la pandemia por covid-19”, pero quiere ir mucho más allá. “Debe ser el punto de partida real de un conjunto de acciones de mejora del sector, que deben concretarse y hacerse tangibles a partir de este momento”, afirma.
Así pues, la sesión de trabajo y la Declaración de Vic que se deriva, identifican acciones de mejora en diversos ámbitos y recogen recomendaciones en atención y organización residencial que serán entregadas en el Departamento de Derechos Sociales. Más en concreto, realizan propuestas en los ámbitos de la atención integral de los centros orientada a favorecer la autonomía de los residentes y la participación de sus familias; la mejor detección de enfermedades avanzadas, de dolor, de soledad y de aspectos psicosociales de las personas residentes; la formación, el apoyo y la participación de los profesionales; el empoderamiento de las personas que desempeñan roles directivos y que deben liderar los cambios, y el apoyo y el reconocimiento de la sociedad y de la administración pública.
En un plano más ejecutivo, el texto propone acciones como elaborar e implementar un set de estándares asistenciales y de organización consensuados, así como programas específicos de mejora de calidad, acceso a nuevas tecnologías de cuidados e información, y conexión con los sistemas de información; elaborar, consensuar e implementar un modelo de competencias, apoyo y participación de los profesionales; trabajar para convertir al sector residencial en un referente local, territorial y general de la atención a las personas vulnerables, o implementar liderazgos potentes. También considera que hace falta "un proyecto ambicioso de renovación del modelo asistencial, de organización y de estructura con financiación adecuada, e inversiones públicas y privadas".
“Es necesario que el sector sea entendido y reconocido como un referente clave en el cuidado de las personas vulnerables, y que los profesionales que lo forman adopten una posición de liderazgo en la determinación de los valores y comportamientos que debe guiar una sociedad cuidadora y compasiva orientada a la atención de personas especialmente vulnerables”, concluye Gómez Batiste.
Aquí se puede consultar la Declaración de Vic completa.