En una década el número de cormoranes que invernan en el Alt Ter ha disminuido en un 88%
El Centro de Estudios de los Ríos Mediterráneos (CERM) de la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC) y área ambiental del Museo del Ter, ha presentado los resultados del censo de 2023 de pájaros acuáticos invernantes del Alt Ter. El estudio de este año ha permitido contabilizar un total de 9.344 pájaros de más de 80 especies diferentes en las comarcas de Osona, el Ripollès y una parte de la Selva (hasta el embalse del Pasteral), entre los que destaca la presencia del cormorán grande. Este año se han observado 104 ejemplares, lo que supone una disminución de 748 (reducción del 88 %) con relación al máximo registrado en 2011 y que consolida una tendencia iniciada en 2019. Una de las causas de este descenso puede ser la climatología de las áreas zonas de cría y de invernada, pero tampoco pueden descartarse otras causas, como la caza.
El seguimiento del cormorán grande lo hace un grupo de voluntarios del grupo de anillamiento de Calldetenes-Osona (GACO), que desde el año 2009 semanalmente y durante el período de invernada cuentan los ejemplares en las jocas (lugares donde se reúnen los pájaros para dormir). Este seguimiento puede aportar información complementaria de la especie, detectar alteraciones y/o desplazamientos, mostrar cambios de volúmenes poblaciones o de períodos de llegada y de partida.
Otro ejemplar que sigue siendo muy abundante, sobre todo en Osona, es la gaviota patiamarilla. De día se pueden ver alimentándose en grandes grupos en los campos, sobre todo si son acabados de estercolar. Se suelen reunir para acostarse en la joca principal, situada actualmente en los tejados de una gran nave industrial de Roda de Ter. Aunque también se han observado gaviotas patiamarillas en los diversos tramos del río Ter, para el total del censo sólo se han contabilizado los de la joca: un total de 1.020, acompañados de 7 gaviotas oscuras.
El ánade real, o pato de collar, que en 2020 mostró una fuerte bajada poblacional ha ido recuperando el volumen y en 2023 se han contado 1.357 individuos. Los datos de 2022 y 2023, por tanto, indican una recuperación del poblamiento de esta especie en estos tramos. El mirlo de agua, por su parte, también experimenta una tendencia al alza, algo interesante porque, de acuerdo con varios estudios, se trata de un buen bioindicador de la calidad del río. En 2023 se han detectado 69 mirlos de agua, algo por debajo de las 80 del año 2022, pero todavía por encima de los valores registrados años anteriores.
Otros pájaros que tienen una presencia destacada, aunque con abundancias desiguales, como invernantes en el Alt Ter son diversas especies de ardeidos (pájaros mayoritariamente de tamaño grande). Entre ellos se han contabilizado 1 ejemplar de garceta común (Egretta garzetta), 126 de garza real (Ardea cinerea), 10 de garza real (Casmerodius albus) y 105 de garcilla bueyera (Bubulcus ibis).
Dos especies poco habituales
Por último, del censo de 2023 destaca la observación de una especie poco habitual en la comarca de Osona: la archibebe claro (Tringa nebularia). Se trata de una especie limícola propia de humedales litorales como el delta del Ebro o los humedales del Empordà. La primera observación de este invierno fue el día 28 de diciembre y la última el 14 de abril de 2023. Por tanto, se fue viendo repetidamente a lo largo de todo el invierno en la misma área, cerca de la zona deportiva de Manlleu.
Otra especie curiosa observada durante el censo fue el treparriscos (Tichodroma muraria), en un riscal del rincón de las Gorgues, en la orilla izquierda del pantano de Sau. Este año, debido a la sequía prolongada que ha sufrido la cuenca del Ter, el nivel de los embalses de Sau y Susqueda se situaron en mínimos históricos y esto permitió dejar al descubierto más paredes y acantilados óptimos para esta especie.
Varias entidades y voluntarios
Este censo se lleva a cabo anualmente cada mes de enero desde el año 1989. Se trata de una iniciativa de voluntariado coordinada por el CERM, en la que participan miembros del Grupo de Estudio y Defensa de la Naturaleza del Ripollès, el Grupo de Anillamiento de Calldetenes – Osona, el Grupo de Naturalistas de Osona (ICHN – IEC) y el propio Centro de Estudios de los Ríos Mediterráneos. El censo consiste en un recorrido matinal a orillas del río, en grupos, con el propósito de contabilizar todos los pájaros que puedan identificarse así como otros animales, incluidos sus rastros. Paralelamente a cada recorrido, al atardecer se hacen censos específicos de las jocas o dormideros de garzas reales y afines (ardeidos), cormoranes y gaviotas (láridos) presentes en los diversos sectores. Esta información se complementa con datos meteorológicos: temperatura, presencia de hielo, niebla, estado del cielo y nivel del agua en los pantanos.
"La recopilación histórica de datos ha permitido detectar cambios en el poblamiento de algunas especies relevantes y mantener los proyectos de ciencia ciudadana que permiten, por un lado, recoger datos interesantes, y por otro, concienciar a la población" explica Laia Jiménez, bióloga del CERM.
La edición de este año del censo se llevó a cabo el 14 de enero y participaron 48 voluntarios repartidos en 8 tramos a lo largo de 100 km de río. También se visitaron jocas de cormoranes, ardeidos y gaviotas y otros puntos de agua estratégicos de la comarca donde se han detectado especies invernantes destacables.
Todos los datos recogidos se agrupan con los de todos los otros censos que se llevan a cabo simultáneamente en Cataluña y en toda Europa. La coordinación del censo del conjunto de Cataluña corre a cargo del Servicio de Protección de la Fauna, Flora y Animales de Compañía Dirección General del Medio Natural y Biodiversidad de la Generalidad de Cataluña.
El informe entero de 2023 se puede consultar a través de través de este enlace.