Elvira Bisbe: “Hemos pasado de la medicina intuitiva a la medicina de precisión y es necesario que cambiemos la atención a la enfermedad por la atención a la salud”

El mundo digital y la cuarta revolución industrial en la que nos encontramos ha sacudido el mundo de la medicina de modo que “hemos pasado de la medicina intuitiva –basada en síntomas– hacia la medicina de la evidencia –basada en patrones–, y finalmente en la medicina de precisión, basada en algoritmos y que tiene en cuenta aspectos como el fenotipo y los fenómenos ambientales”, según la doctora Elvira Bisbe, vicepresidenta primera del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona y anestesióloga en el Hospital del Mar -Hospital de la Esperanza. En la lección inaugural de curso que ha impartido este mediodía en la Facultad de Medicina de la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC), titulada "La medicina, los médicos y las médicas del futuro", Bisbe ha destacado que “hay que cambiar la atención a la enfermedad por la atención a la salud”, en sentido amplio, ya que más allá de factores como la genética, el género o la edad hay que tener en cuenta varios determinantes, como el entorno, la clase social o el ambiente.

La ponente ha destacado, poniendo como ejemplo el ámbito de la anestesiología donde ella tiene más de treinta años de experiencia, que en la medicina "hasta ahora los cambios eran asumibles y digeribles, mientras que los cambios actuales son exponenciales". En este sentido, se ha referido a los nuevos perfiles profesionales que están apareciendo, como el de genetista, entrenador de algoritmos de salud, telecirujano, estratega de estilo de vida..., ya todo un gran abanico de posibilidades que se abren en los próximos años con la inteligencia artificial o con los smart phones, que ya permiten diagnosticar o monitorear, entre otras funciones.

Haciendo una proyección de futuro, Elvira Bisbe ha asegurado que continuarán haciendo falta médicos y médicas, no sólo por razones demográficas y por las jubilaciones masivas de profesionales que habrá en los próximos cinco años, sino porque “la relación médico-enfermo es parte muy importante del proceso de cuidado y esto no va a cambiar”. Según ella, los profesionales médicos tendrán que tener empatía y habilidades técnicas, saber trabajar en equipo, tener una visión integral del paciente, contar con competencias transversales y ser sensibles a la atención en el ámbito comunitario. “Más allá de los conocimientos, la actitud es lo que diferencia a las personas. La forma de relacionarte con los demás y con los pacientes es lo que nos hace únicos”. En la parte final de su intervención, la doctora Bisbe ha puesto sobre la mesa los cambios que ha supuesto la pandemia, destacando la democratización de los conocimientos, el impulso de la telemedicina y el profesionalismo.

La apertura del acto académico y la presentación de Elvira Bisbe han corrido a cargo de Josep Arimany, presidente de la Fundación de Estudios Superiores en Ciencias de la Salud (FESS). El acto también ha contado con la asistencia del rector de la UVic-UCC, Josep Eladi Baños, quien como doctor en Medicina ha dirigido unas palabras en el auditorio resaltando que “los médicos siempre serán necesarios y que el contacto humano es esencial en una situación de enfermedad. Recordemos que el médico trata a personas, no enfermedades, y una máquina nunca podrá tener la comprensión del fenómeno de enfermar”.

Premios a los mejores expedientes
La segunda parte del acto ha consistido en la entrega de los Premios a la Excelencia Académica y en la Práctica Clínica a los estudiantes de la Facultad de Medicina de la UVic-UCC. Los premios a la Excelencia Académica, que reconocen los mejores expedientes de cada curso, tienen un importe de 4.000 euros cada uno. Josep Eladi Baños ha apuntado que estos premios significan "reconocer el esfuerzo y son una condición de generosidad", aunque ha subrayado que "cualquier estudiante que ha entrado en esta facultad ya es una persona excelente, porque para conseguirlo antes tuvo que trabajar mucho”. A continuación, ha entregado el diploma acreditativo al estudiantado premiado. En esta edición se han reconocido Raquel Lana Juan y Chatherine Beatrice Zerrath (1º curso), Arnau Roviró Aliguer y Òscar Antiñolo Franquesa (2º curso), Francesc Tarrús Escalada y Javier Sanmartín Esteban (3º curso), Artur Aymar Torné y Maria Nadal López (4º curso).

Seguidamente, Miquelina Saborit, en representación de la empresa Casa Tarradellas, ha presentado los Premios a la Práctica Clínica, que se otorgan a las personas que han obtenido las mejores notas en la asignatura de Práctica Clínica realizada en centros asistenciales y hospitalarios de toda Cataluña durante el curso pasado. Saborit ha manifestado la satisfacción de poder participar en estos premios, ya que "para Casa Tarradellas es un orgullo aportar nuestro granito de arena". Antes de entregar los diplomas, Saborit ha agradecido a todo el estudiantado de Medicina "escoger esta vocación y una profesión primordial para nuestra sociedad". En total, se han repartido ocho premios de un importe de 2.925 euros cada uno, financiados por Casa Tarradellas. En esta categoría se han distinguido Alicia Sitjà Gutiérrez, Eva Esteban Valverde, Julia Saperas de Batlle y Marta María Rodríguez, que el pasado año hacían 3er curso. También han logrado premio Artur Aymar Torné, Maria Nadal López, Anna Pericas Vila y Núria Verdaguer Carreras, que hacían 4º curso. Se da la circunstancia de que Artur Aymar y Maria Nadal han obtenido premio en ambas modalidades.

Por último, Arnau Roviró Aliguer y Júlia Saperas de Batlle, estudiantes premiados, han pronunciado unas palabras de agradecimiento destacando las ventajas de estudiar en una facultad cercana en muchos sentidos y resaltando la pasión y la vocación por la Medicina que comparte todo el alumnado que estudia.