El presidente de la Generalitat reconoce la trayectoria de éxito del CT BETA en el acto de celebración de su décimo aniversario
El presidente de la Generalitat reconoce la trayectoria de éxito del CT BETA en el acto de celebración de su décimo aniversario
09.01.2025
El presidente de la Generalidad de Cataluña, Salvador Illa, ha inaugurado esta mañana las nuevas instalaciones del Centro Tecnológico BETA de la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC), coincidiendo con los 10 años de actividad de este centro. El presidente ha estado acompañado por la consejera de Investigación y Universidades, Núria Montserrat, y por el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Òscar Ordeig, entre otros representantes políticos y de la sociedad civil, y por las máximas autoridades de la Universidad, entre ellas, el presidente de la Fundación Universitaria Balmes y alcalde de Vic, Albert Castells; el rector de la UVic-UCC, Josep Eladi Baños; el director general de FUBalmes, Jordi Baiget, y el director del CT BETA, Sergio Ponsá.
El presidente Salvador Illa ha realizado una visita a las actuales instalaciones y ha inaugurado los nuevos espacios, con los que el Centro Tecnológico BETA gana 1.700 m². En el transcurso de la visita ha podido conocer de primera mano su actividad en investigación y transferencia de conocimiento en el ámbito de la bioeconomía circular y sostenibilidad. En el turno de los discursos institucionales, Salvador Illa ha expresado el compromiso del Gobierno de la Generalitat "de ayudar y acompañar al CT BETA en el camino por ser un centro pionero y por tener los recursos necesarios para continuar desarrollando su proyecto" , ha dicho.
El presidente de la Generalitat se ha referido a "la actitud de perseverancia y tenacidad" con la que se creó el CT BETA y que le ha llevado al éxito, así como lo ha alcanzado la UVic-UCC con su modelo de gobernanza específico. Illa ha asegurado que "es necesario que haya centros punteros de tecnología e investigación fuera de Barcelona, aportando equilibrio territorial" y, refiriéndose en concreto al CT BETA, ha dicho: "Sois un ejemplo de cómo fuera de la capital se hace investigación de primer nivel”. A su juicio, esto se alinea con el propósito del Gobierno, que es “generar prosperidad y que ésta sea compartida, no reducida a unos territorios determinados o a unas capas sociales concretas”.
Disponer de más recursos y convertirse en un centro de investigación
Albert Castells ha contextualizado la existencia del CT BETA en un modelo de universidad federal y de gobernanza singular, y ha dicho que hoy la Catalunya Central no sería la misma sin este centro tecnológico. Por este motivo, ha reivindicado la necesidad de tener más recursos para expandir la actividad del CT BETA. "Es necesaria una financiación más sólida y estable para poder entrar en una nueva etapa, que debe concretarse en crear una fundación con personalidad jurídica propia y en convertirse en un centro CERCA, el primero de la Cataluña Central", ha afirmado , ya que "ser un centro CERCA permite consolidar el crecimiento y buscar nuevas formas de financiación". Castells ha finalizado su intervención diciendo que "el futuro del CT BETA está garantizado por su visión innovadora, el impacto real de su investigación, los contactos internacionales, la capacidad de captar y retener talento, y el gran equipo que tiene" .
Josep Eladi Baños ha apuntado que el CT BETA representa el éxito de la apuesta que la Universidad hizo hace diez años por la investigación, la transferencia de conocimiento y el compromiso social, que se ha convertido en “una de las 'joyas de la corona ' de la Universidad y un centro reconocido internacionalmente”. Baños ha hecho énfasis en el interés de este centro por "aplicar soluciones a problemas reales y contribuir al bienestar de las personas y de la sociedad". En este sentido, ha puesto en valor la ayuda que ofrece al mundo rural para ser "más sostenible y competitivo" y el hecho de que el CT BETA se haya convertido en "un referente de las empresas de nuestro territorio, teniendo en cuenta que su proyección ya ha sobrepasado la comarca de Osona”.
Tener un impacto real en la sociedad
Sergio Ponsá ha explicado que los objetivos iniciales que se fijó el centro fueron "intentar dar respuestas a las necesidades del territorio y tener impacto real en la sociedad".Con el paso de los años y el trabajo realizado, según él, se ha demostrado que "el CT BETA es un experimento de éxito para construir un mundo más justo y sostenible", y ha añadido que su valor principal son las personas queforman parte.Este centro, ha dicho Ponsá, "ha hecho todo lo posible para ofrecer un entorno de trabajo sin competencia interna, y en el que las personas se han podido consolidar, estabilizar y crecer profesionalmente".
En su intervención, Ponsá ha hecho un repaso de los principales proyectos y de los logros alcanzados por el centro tecnológico y ha destacado que se ha hecho “sin ningún apoyo económico externo, aspecto que todavía hace que tenga más mérito, porque llegar hasta aquí noha sido fácil”.Por eso ha agradecido a la UVic-UCC su apoyo desde el inicio y la confianza de administraciones, empresas y personas que han formado parte del proyecto.Echando una mirada de futuro, el director del centro ha explicado que la intención es convertirse, este 2025, en una fundación privada sin ánimo de lucro, “lo que nos permitirá ser más eficientes y aspirar a convertirnos en un centroBÚSQUEDA”.
En el transcurso del acto, que ha reunido en torno a 300 personas, entre las que se encontraban representantes de empresas, entidades y clústeres del sector medioambiental y miembros de la comunidad universitaria, se ha proyectado un vídeo conmemorativo del 10 aniversario delCT BETA.Además, varios investigadores e investigadoras del centro explicaron, a partir de su experiencia profesional y personal, la evolución que ha experimentado esta institución.
Un equipamiento de futuro
El nuevo espacio que ha inaugurado hoy el CT BETA de la UVic-UCC supone disponer de 1.700 m2 más de superficie, que se suman a los 1.260 m2 que ya ocupaba desde julio de 2021 en el edificio Can Baumann de Vic.Por tanto, a partir de ahora pasa a tener casi 3.000 m² de zona de trabajo.Las nuevas instalaciones, anexas a las actuales y distribuidas en dos plantas, tendrán una parte destinada a despachos y otra a plantas piloto y laboratorios de investigación.El actual edificio se mantendrá para usos de investigación, acogiendo las oficinas de algunas unidades científicas y los laboratorios, que podrán ampliar su capacidad.
Las nuevas instalaciones permitirán al CT BETA continuar su consolidación y crecimiento, desde el punto de vista nacional e internacional, en los ámbitos de experiencia que le son propios, como las tecnologías ambientales y la bioeconomía circular,ecología aplicada, la transición verde y digital, y la optimización de la sostenibilidad, entre otros.Hasta ahora el CT BETA ha participado en 62 proyectos europeos -45 de ellos en curso- y más de una veintena de nacionales, y ha colaborado con más de un centenar de empresas, sea en forma de contrato directo oa partirde incluirlas en consorcios de proyectos competitivos internacionales.Este centro tiene actualmente una plantilla de 110 profesionales y un presupuesto de 6 millones de euros, cifra treinta veces superior a la de 2014.
Nuevas sinergias en el territorio
El CT BETA está trabajando para ampliar su actividad con el objetivo de ser más competitivo e incrementar su impacto en el territorio.Por una parte, ha establecido una dinámica de colaboración con el grupo de investigación BiBio del Museo de Ciencias Naturales de Granollers, que hasta ahora ha permitido compartir algunos proyectos relacionados con el estudio de la biodiversidad, el desarrollo de bioindicadores y laciencia ciudadana.
Por otra parte, el CT BETA ha llegado a un acuerdo con la empresa Fertilizantes del Ebro (FERTIEBRO) y el Grupo Tervalis para disponer tanto de despachos como de laboratorios en las instalaciones de FERTIEBRO en Soses (Segrià).De hecho, el centro tecnológico ya tiene hoy la financiación de tres proyectos europeos en las tierras de Lleida (Balaguer, Menarguens y Soses).
Además, en el marco de la actividad relacionada con la gestión y conservación de las nidificaciones de tortuga marina en el oeste del Mediterráneo, también se está trabajando con el Ayuntamiento de Roses para tener, a corto plazo, unespacio propio en este municipio.
Tener un impacto real en la sociedad
Sergio Ponsá ha explicado que los objetivos iniciales que se fijó el centro fueron "intentar dar respuestas a las necesidades del territorio y tener impacto real en la sociedad".Con el paso de los años y el trabajo realizado, según él, se ha demostrado que "el CT BETA es un experimento de éxito para construir un mundo más justo y sostenible", y ha añadido que su valor principal son las personas queforman parte.Este centro, ha dicho Ponsá, "ha hecho todo lo posible para ofrecer un entorno de trabajo sin competencia interna, y en el que las personas se han podido consolidar, estabilizar y crecer profesionalmente".
En su intervención, Ponsá ha hecho un repaso de los principales proyectos y de los logros alcanzados por el centro tecnológico y ha destacado que se ha hecho “sin ningún apoyo económico externo, aspecto que todavía hace que tenga más mérito, porque llegar hasta aquí noha sido fácil”.Por eso ha agradecido a la UVic-UCC su apoyo desde el inicio y la confianza de administraciones, empresas y personas que han formado parte del proyecto.Echando una mirada de futuro, el director del centro ha explicado que la intención es convertirse, este 2025, en una fundación privada sin ánimo de lucro, “lo que nos permitirá ser más eficientes y aspirar a convertirnos en un centroBÚSQUEDA”.
En el transcurso del acto, que ha reunido en torno a 300 personas, entre las que se encontraban representantes de empresas, entidades y clústeres del sector medioambiental y miembros de la comunidad universitaria, se ha proyectado un vídeo conmemorativo del 10 aniversario delCT BETA.Además, varios investigadores e investigadoras del centro explicaron, a partir de su experiencia profesional y personal, la evolución que ha experimentado esta institución.
Un equipamiento de futuro
El nuevo espacio que ha inaugurado hoy el CT BETA de la UVic-UCC supone disponer de 1.700 m2 más de superficie, que se suman a los 1.260 m2 que ya ocupaba desde julio de 2021 en el edificio Can Baumann de Vic.Por tanto, a partir de ahora pasa a tener casi 3.000 m² de zona de trabajo.Las nuevas instalaciones, anexas a las actuales y distribuidas en dos plantas, tendrán una parte destinada a despachos y otra a plantas piloto y laboratorios de investigación.El actual edificio se mantendrá para usos de investigación, acogiendo las oficinas de algunas unidades científicas y los laboratorios, que podrán ampliar su capacidad.
Las nuevas instalaciones permitirán al CT BETA continuar su consolidación y crecimiento, desde el punto de vista nacional e internacional, en los ámbitos de experiencia que le son propios, como las tecnologías ambientales y la bioeconomía circular,ecología aplicada, la transición verde y digital, y la optimización de la sostenibilidad, entre otros.Hasta ahora el CT BETA ha participado en 62 proyectos europeos -45 de ellos en curso- y más de una veintena de nacionales, y ha colaborado con más de un centenar de empresas, sea en forma de contrato directo oa partirde incluirlas en consorcios de proyectos competitivos internacionales.Este centro tiene actualmente una plantilla de 110 profesionales y un presupuesto de 6 millones de euros, cifra treinta veces superior a la de 2014.
Nuevas sinergias en el territorio
El CT BETA está trabajando para ampliar su actividad con el objetivo de ser más competitivo e incrementar su impacto en el territorio.Por una parte, ha establecido una dinámica de colaboración con el grupo de investigación BiBio del Museo de Ciencias Naturales de Granollers, que hasta ahora ha permitido compartir algunos proyectos relacionados con el estudio de la biodiversidad, el desarrollo de bioindicadores y laciencia ciudadana.
Por otra parte, el CT BETA ha llegado a un acuerdo con la empresa Fertilizantes del Ebro (FERTIEBRO) y el Grupo Tervalis para disponer tanto de despachos como de laboratorios en las instalaciones de FERTIEBRO en Soses (Segrià).De hecho, el centro tecnológico ya tiene hoy la financiación de tres proyectos europeos en las tierras de Lleida (Balaguer, Menarguens y Soses).
Además, en el marco de la actividad relacionada con la gestión y conservación de las nidificaciones de tortuga marina en el oeste del Mediterráneo, también se está trabajando con el Ayuntamiento de Roses para tener, a corto plazo, unespacio propio en este municipio.
Tener un impacto real en la sociedad
Sergio Ponsá ha explicado que los objetivos iniciales que se fijó el centro fueron "intentar dar respuestas a las necesidades del territorio y tener impacto real en la sociedad".Con el paso de los años y el trabajo realizado, según él, se ha demostrado que "el CT BETA es un experimento de éxito para construir un mundo más justo y sostenible", y ha añadido que su valor principal son las personas queforman parte.Este centro, ha dicho Ponsá, "ha hecho todo lo posible para ofrecer un entorno de trabajo sin competencia interna, y en el que las personas se han podido consolidar, estabilizar y crecer profesionalmente".
En su intervención, Ponsá ha hecho un repaso de los principales proyectos y de los logros alcanzados por el centro tecnológico y ha destacado que se ha hecho “sin ningún apoyo económico externo, aspecto que todavía hace que tenga más mérito, porque llegar hasta aquí noha sido fácil”.Por eso ha agradecido a la UVic-UCC su apoyo desde el inicio y la confianza de administraciones, empresas y personas que han formado parte del proyecto.Echando una mirada de futuro, el director del centro ha explicado que la intención es convertirse, este 2025, en una fundación privada sin ánimo de lucro, “lo que nos permitirá ser más eficientes y aspirar a convertirnos en un centroBÚSQUEDA”.
En el transcurso del acto, que ha reunido en torno a 300 personas, entre las que se encontraban representantes de empresas, entidades y clústeres del sector medioambiental y miembros de la comunidad universitaria, se ha proyectado un vídeo conmemorativo del 10 aniversario delCT BETA.Además, varios investigadores e investigadoras del centro explicaron, a partir de su experiencia profesional y personal, la evolución que ha experimentado esta institución.
Un equipamiento de futuro
El nuevo espacio que ha inaugurado hoy el CT BETA de la UVic-UCC supone disponer de 1.700 m2 más de superficie, que se suman a los 1.260 m2 que ya ocupaba desde julio de 2021 en el edificio Can Baumann de Vic.Por tanto, a partir de ahora pasa a tener casi 3.000 m² de zona de trabajo.Las nuevas instalaciones, anexas a las actuales y distribuidas en dos plantas, tendrán una parte destinada a despachos y otra a plantas piloto y laboratorios de investigación.El actual edificio se mantendrá para usos de investigación, acogiendo las oficinas de algunas unidades científicas y los laboratorios, que podrán ampliar su capacidad.
Las nuevas instalaciones permitirán al CT BETA continuar su consolidación y crecimiento, desde el punto de vista nacional e internacional, en los ámbitos de experiencia que le son propios, como las tecnologías ambientales y la bioeconomía circular,ecología aplicada, la transición verde y digital, y la optimización de la sostenibilidad, entre otros.Hasta ahora el CT BETA ha participado en 62 proyectos europeos -45 de ellos en curso- y más de una veintena de nacionales, y ha colaborado con más de un centenar de empresas, sea en forma de contrato directo oa partirde incluirlas en consorcios de proyectos competitivos internacionales.Este centro tiene actualmente una plantilla de 110 profesionales y un presupuesto de 6 millones de euros, cifra treinta veces superior a la de 2014.
Nuevas sinergias en el territorio
El CT BETA está trabajando para ampliar su actividad con el objetivo de ser más competitivo e incrementar su impacto en el territorio.Por una parte, ha establecido una dinámica de colaboración con el grupo de investigación BiBio del Museo de Ciencias Naturales de Granollers, que hasta ahora ha permitido compartir algunos proyectos relacionados con el estudio de la biodiversidad, el desarrollo de bioindicadores y laciencia ciudadana.
Por otra parte, el CT BETA ha llegado a un acuerdo con la empresa Fertilizantes del Ebro (FERTIEBRO) y el Grupo Tervalis para disponer tanto de despachos como de laboratorios en las instalaciones de FERTIEBRO en Soses (Segrià).De hecho, el centro tecnológico ya tiene hoy la financiación de tres proyectos europeos en las tierras de Lleida (Balaguer, Menarguens y Soses).
Además, en el marco de la actividad relacionada con la gestión y conservación de las nidificaciones de tortuga marina en el oeste del Mediterráneo, también se está trabajando con el Ayuntamiento de Roses para tener, a corto plazo, unespacio propio en este municipio.
Sergio Ponsá ha explicado que los objetivos iniciales que se fijó el centro fueron "intentar dar respuestas a las necesidades del territorio y tener impacto real en la sociedad". Con el paso de los años y el trabajo realizado, según él, se ha demostrado que "el CT BETA es un experimento de éxito para construir un mundo más justo y sostenible", y ha añadido que su valor principal son las personas que forman parte. Este centro, ha dicho Ponsá, "ha hecho todo lo posible para ofrecer un entorno de trabajo sin competencia interna, y en el que las personas se han podido consolidar, estabilizar y crecer profesionalmente".
En su intervención, Ponsá ha hecho un repaso a los principales proyectos y de los logros alcanzados por el centro tecnológico y ha destacado que se ha hecho “sin ningún apoyo económico externo, aspecto que todavía hace que tenga más mérito, porque llegar hasta aquí no ha sido fácil”. Por eso ha agradecido a la UVic-UCC su apoyo desde el inicio y la confianza de administraciones, empresas y personas que han formado parte del proyecto. Echando una mirada al futuro, el director del centro ha explicado que la intención es convertirse, este 2025, en una fundación privada sin ánimo de lucro, “lo que nos permitirá ser más eficientes y aspirar a convertirnos en un centro CERCA”.
En el transcurso del acto, que ha reunido en torno a 300 personas, entre las que se encontraban representantes de empresas, entidades y clústeres del sector medioambiental y miembros de la comunidad universitaria, se ha proyectado un vídeo conmemorativo del 10 aniversario del CT BETA. Además, varios investigadores e investigadoras del centro han explicado, a partir de su experiencia profesional y personal, la evolución que ha experimentado esta institución.
Un equipamiento de futuro
El nuevo espacio que ha inaugurado hoy el CT BETA de la UVic-UCC supone disponer de 1.700 m2 más de superficie, que se suman a los 1.260 m2 que ya ocupaba desde julio de 2021 en el edificio Can Baumann de Vic. Por lo tanto, a partir de ahora pasa a tener casi 3.000 m² de zona de trabajo. Las nuevas instalaciones, anexas a las actuales y distribuidas en dos plantas, tendrán una parte destinada a despachos y otra a plantas piloto y laboratorios de investigación. El actual edificio se mantendrá para usos de investigación, acogiendo las oficinas de algunas unidades científicas y los laboratorios, que podrán ampliar su capacidad.
Las nuevas instalaciones permitirán al CT BETA continuar su consolidación y crecimiento, desde el punto de vista nacional e internacional, en los ámbitos de experiencia que le son propios, como las tecnologías ambientales y la bioeconomía circular, ecología aplicada, la transición verde y digital, y la optimización de la sostenibilidad, entre otros. Hasta ahora el CT BETA ha participado en 62 proyectos europeos -45 de ellos en curso- y más de una veintena de nacionales, y ha colaborado con más de un centenar de empresas, sea en forma de contrato directo o a partir de incluirlas en consorcios de proyectos competitivos internacionales. Este centro tiene actualmente una plantilla de 110 profesionales y un presupuesto de 6 millones de euros, cifra treinta veces superior a la de 2014.
Nuevas sinergias en el territorio
El CT BETA está trabajando para ampliar su actividad con el objetivo de ser más competitivo e incrementar su impacto en el territorio. Por una parte, ha establecido una dinámica de colaboración con el grupo de investigación BiBio del Museo de Ciencias Naturales de Granollers, que hasta ahora ha permitido compartir algunos proyectos relacionados con el estudio de la biodiversidad, el desarrollo de bioindicadores y la ciencia ciudadana.
Por otra parte, el CT BETA ha llegado a un acuerdo con la empresa Fertilizantes del Ebro (FERTIEBRO) y el Grupo Tervalis para disponer tanto de despachos como de laboratorios en las instalaciones de FERTIEBRO en Soses (Segrià) . De hecho, el centro tecnológico ya tiene hoy la financiación de tres proyectos europeos en las tierras de Lleida (Balaguer, Menarguens y Soses).
Además, en el marco de la actividad relacionada con la gestión y conservación de las nidificaciones de tortuga marina en el oeste del Mediterráneo, también se está trabajando con el Ayuntamiento de Roses para tener, a corto plazo, un espacio propio en este municipio.