El porcentaje de enfermeras en los centros asistenciales catalanes disminuye durante los últimos diez años
El porcentaje que representan las enfermeras en los centros asistenciales ha disminuido con el tiempo, mientras que el de los auxiliares sanitarios aumenta y el de los médicos se mantiene estable. Ésta es una de las conclusiones del informe Proyecciones de la población enfermera en el horizonte 2030, publicado por el Consejo de Colegios de Enfermeras y Enfermeros de Cataluña (CCIIC) y la Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña (UVic -UCC).
El trabajo analiza la evolución de la profesión enfermera durante los últimos años hasta 2019, por lo que no se ha contemplado el efecto de la pandemia provocada por la covid-19 para evitar alterar el cálculo de necesidades del número de enfermeras en tiempo de normalidad.
Menos peso relativo
Desde el año 2010, el peso relativo de las enfermeras en los centros asistenciales de Cataluña ha pasado del 40% al 36%, mientras que el de los auxiliares de enfermería y otros técnicos sanitarios ha subido del 28% al 31% y el de los médicos se mantiene constante alrededor del 33%. Esto ha hecho que el ratio de enfermeras por médico haya disminuido del 1,25 al 1,1, y el de enfermeras por auxiliar, del 1,4 al 1,15. El aumento del número de técnicos auxiliares aumentó considerablemente en los años 2009 y 2010, coincidiendo con una disminución equivalente del número de enfermeras.
La coordinadora del trabajo, Paola Galbany, presidenta del Colegio Oficial de Enfermeras y Enfermeros de Barcelona e investigadora del grupo de investigación Methodology, Methods, Modelos y Outcomes of Health and Social Sciences (M3O) de la UVic-UCC, se lamenta que “las enfermeras hemos sido las grandes perdedoras de la crisis de 2008.” En ese momento se perdieron muchas plazas de enfermeras, que no se recuperaron cuando acabó la recesión.
En la Universidad, el peso de los titulados en Enfermería también ha ido perdiendo peso a partir del año 2000, mientras que el número de graduados en Medicina, Terapia Ocupacional y Fisioterapia ha ido en aumento.
Precariedad contractual
El trabajo también analiza la evolución de la oferta y la demanda en el ámbito laboral de las enfermeras entre 2010 y 2019, y muestra que tres de cada cuatro enfermeras trabajan con contratos eventuales durante los cuatro años posteriores a la obtención del título. Esta cifra es la más alta de todos los profesionales de la salud, excepto los médicos, la mayoría de los cuales durante este período están realizando la residencia y tienen un contrato eventual. Sin embargo, después de estos cuatro primeros años, la precariedad contractual de las enfermeras sigue siendo bastante elevada.
El paro entre las enfermeras en Cataluña es anecdótico y se sitúa entre el 0,86% y el 1,18%. Sin embargo, el estudio alerta de que el abuso de los contratos de corta duración provoca una elevada rotación de los puestos de trabajo y hace que muchas enfermeras que alternan períodos en activo con otros de desempleo no estén representadas dentro de las listas del paro.
Durante el período analizado, Barcelona ha sido la demarcación del Estado donde se han realizado más contratos a enfermeras generalistas ya comadronas, lo que demuestra que la provincia catalana lidera el ranking de precariedad contractual en la profesión. Incluso ha habido meses que los centros sanitarios barceloneses han realizado más contratos a estos dos grupos de enfermeras que todos los que se han hecho en el resto del Estado.
El informe también recoge las tendencias migratorias de la profesión durante el período 2010-2019. En el conjunto del Estado, el número de enfermeras tituladas que ha pedido la acreditación del título para trabajar en otros países de la Unión Europea alcanzó su pico máximo en 1999, con 2.856 solicitudes. A partir de este año, esta cifra descendió hasta alcanzar su mínimo, en 2007, con 275 peticiones, y después volvió a subir hasta 2012, cuando se logró otro pico, con 1.796 solicitudes.
El estudio muestra que, entre los años 1999 y 2003, la evolución de las solicitudes que han hecho las enfermeras para ir a trabajar a otros países de la Unión Europea no diverge de las que han realizado otros profesionales de la salud. En cierto modo, la tendencia migratoria de las enfermeras se anticipa a la de los médicos.
Propuestas de futuro
A partir de los datos que se publican en el documento, los autores proponen las siguientes medidas de futuro. Una, mejorar las condiciones laborales de las enfermeras y reducir la eventualidad de los contratos, aumentando los contratos fijos. Dos, aumentar el reconocimiento de la profesión, a través del reconocimiento de las especialidades enfermeras en el ámbito profesional, la equiparación del contrato de las enfermeras con el resto de graduados universitarios y el desarrollo de un plan de carrera profesional adaptado al experiencia, la competencia y la responsabilidad de las enfermeras. Tres, seguir aumentando la oferta pública de plazas de enfermeras y seguir aumentando el número de plazas de Enfermería en las universidades. Cuatro, ampliar el número de plazas a los centros asistenciales para que los estudiantes puedan realizar prácticas, mediante el establecimiento de contraprestaciones para los colaboradores docentes. Y cinco, impulsar políticas de atracción y retención de enfermeras para que se marchen a trabajar en el extranjero o abandonen la profesión y establecer políticas para adecuar y estandarizado las dotaciones enfermeras a todo el sistema de salud para garantizar la equidad de atención a las personas atendidas y evitar que sus condiciones laborales sean distintas según los centros.
La decana del CCIIC, Estrella Martínez, destaca que “las conclusiones de este estudio servirán para que los actores políticos, los proveedores sanitarios y la propia comunidad enfermera puedan tomar decisiones fundamentadas para llevar a cabo los cambios necesarios para ajustar las dotaciones de enfermeras a Cataluña.”