El compostaje comunitario probado en Osona permite mejorar rápidamente las cifras de reciclaje de los residuos orgánicos municipales

El proyecto europeo de investigación DECOST (Decentralized Composting in Small to Medium Towns), coordinado por el Centro Tecnológico BETA de la Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC), finaliza habiendo consolidado su modelo de gestión de residuos orgánicos municipales basado en un sistema de compostadores comunitarios. El proyecto ha demostrado su rápida efectividad en la mejora de las cifras de reciclaje. La actividad de las pruebas piloto en Les Masies de Roda (desde 2020) y en los barrios de Sant Llàtzer y Quatre Estacions de Vic (desde 2021) ha permitido que durante estos años se hayan tratado hasta 500 toneladas de materia orgánica y poda generadas en ambos municipios, dando servicio a 2.420 habitantes. Esta materia ha supuesto una producción de 250 toneladas de compost, que se ha repartido entre el mismo vecindario que ha participado en el DECOST.

En el municipio de Les Masies de Roda, donde además de la recogida selectiva puerta a puerta que se implantó en el municipio se llevó a cabo la primera prueba piloto del proyecto, el compostaje comunitario propuesto por el DECOST ha permitido tratar la totalidad de los residuos orgánicos que se producen en el pueblo. En concreto se ha pasado de un 15% de reciclaje de materia orgánica a un 31%, se ha experimentado una reducción de residuos mixtos del 53% al 18% y la fracción de desecho se ha reducido un 75%. Los resultados del proyecto han sido tan positivos que Les Masies de Roda incorporó de forma definitiva el compostaje comunitario en su modelo de recogida y asumirá su gestión directa.

En los barrios de Sant Llàtzer y Quatre Estacions de Vic se instalaron cuatro puntos de compostaje comunitario, cada uno de los cuales tenía un espacio de aportación de poda y seis compostadores (dos de aportación y cuatro de maduración). En esta parte del municipio, donde uno de los principales objetivos era apoyar la gestión de la fracción verde (poda y restos de jardinería) y ofrecer una alternativa a los ciudadanos, los resultados también han sido muy satisfactorios. En la comarca de Osona, estas experiencias han contribuido a que el nuevo contrato comarcal con la empresa de recogida de residuos ya contemple el compostaje comunitario como una de las opciones posibles a tener en cuenta, “lo que demuestra que nuestro trabajo perdurará en el territorio”, dice Joan Colón, investigador del CT BETA y coordinador del DECOST.

Una experiencia extrapolable en el Mediterráneo

Más allá de Cataluña, el proyecto DECOST ha podido promover experiencias similares de compostaje comunitario en Palestina, Jordania y en la región italiana de Basilicata. Colón explica que "el reto es el mismo, pero cada prueba piloto es única, porque las realidades en todo el área del Mediterráneo son muy diferentes". En este sentido, añade que "ha hecho falta trabajar muy directamente con las administraciones locales para ofrecer una respuesta útil y adaptada a cada país".

El objetivo del proyecto DECOST es crear sistemas cerrados y descentralizados de compostaje comunitario como principal método de gestión de residuos orgánicos municipales en poblaciones de la región Mediterránea. En este sistema, los municipios y el vecindario tienen un papel primordial a la hora de valorizar los residuos orgánicos y darles una salida mediante proyectos de agricultura urbana. Según Colón, "pocos proyectos europeos tienen una aplicación tan dirigida a la realidad sobre el terreno y esa vocación de permanencia".

El proyecto DECOST ha contado con la participación de ocho socios de seis países del arco mediterráneo: aparte del CT BETA, forman parte del consorcio la Università Politecnica delle Marche y el Ente di Governo Rifiuti e Risorse Idriche Basilicata, de Italia ; la University of Patras, de Grecia; el Irbid Agriculture Directorate y la Jordan University of Science and Technology, de Jordania; la Galilee Society (Arab National Society for Health Research and Services), de Israel, y la Palestina Technical University Kadoorie, de Palestina. Con una duración de tres años, el proyecto ha sido financiado por la Unión Europea a través del programa de cooperación ENI CBC Mediterranian Sea Basin Programme, que ha contribuido con 2,7 millones de euros (M€), un 90% del total del presupuesto, que ascendía a 3,1M€.

El CT BETA está trabajando para capitalizar la experiencia del DECOSTE en el ámbito de la gestión de los residuos a través de otro proyecto europeo, el MED4Waste. Desde el mismo centro, y en paralelo, pronto se empezará a difundir un servicio de asesoramiento científico para ayuntamientos y gobiernos locales en el marco del programa Science Meets Regions de la Comisión Europea.