El Centro Tecnológico BETA lidera un proyecto europeo para reducir el impacto en los ríos de las minas abandonadas
Los efluentes procedentes de minas abandonadas pueden contener altas concentraciones de metales pesados o de sales, que se filtran a través del suelo y van a parar a los ríos, donde provocan un fuerte impacto en la biodiversidad y funcionamiento de estos ecosistemas. El proyecto europeo Life DEMINE tiene como principal objetivo reducir el impacto de estos efluentes mineros a partir de la aplicación de un nuevo tratamiento, que se llevará a cabo antes de que desemboquen en el río. El proyecto lo lidera y coordina el Centro Tecnológico BETA (Biodiversidad, Ecología y Tecnología y Gestión Ambiental y Alimentaria) de la Universidad de Vic - Universidad Central de Catalunya (UVic-UCC).
Life DEMINE cuenta con la financiación de la Unión Europea a través de su programa Life y tiene un presupuesto global de 2.184.632 euros. Además del Centro Tecnológico BETA participan cuatro socios más: la Universidad de Swansea (Reino Unido), la empresa especializada en tecnologías de tratamiento de agua ELENTEC LTD (Reino Unido), el Centro de Estudios de Aguas Subterráneas de Dresden (Alemania) y el Gobierno del Principado de Asturias (España).
En territorio de la Unión Europea hay actualmente alrededor de 3.460 instalaciones de residuos mineros cerradas y abandonadas, según datos de la Comisión Europea. De hecho, los residuos de extracción y procesamiento de recursos minerales son unos de los más importantes en la UE: la cantidad fue, en 2014, de 28,1 millones de toneladas, lo que supone casi el 30% del total de residuos generados en Europa.
Demostrar la efectividad de un tratamiento innovador
La investigación arrancó en julio y se alargará hasta el 2021. Durante cuatro años se trabajará para demostrar la efectividad de este tratamiento innovador y versátil, basado en la combinación de tecnologías de electrocoagulación y membranas, que ya se utilizan por separado con diversos fines. Por primera vez se testará si su combinación permite mejorar la eficiencia del tratamiento de efluentes mineros, y si el método puede ser replicable para residuos procedentes de minas de diferentes características.
Con este nuevo método, el agua se tratará inicialmente con un sistema de membranas con diferentes capacidades de filtración y, por tanto, de retención de partículas contaminantes. La finalidad del proceso es concentrar el efluente contaminante que posteriormente pasará por un proceso de electrocoagulación donde todavía se conseguirá un grado de concentración superior. De manera global, el sistema permitirá reducir en más de un 95% el contenido en sales y metales de los efluentes mineros, obteniendo un agua tratada que se podrá verter al río sin riesgo para el ecosistema, respetando los límites legales establecidos por la legislación y garantizando un bajo impacto ambiental.
Una solución aplicable en todo
Actualmente se está trabajando en la optimización del nuevo proceso de tratamiento de efluentes mineros a escala de laboratorio para, posteriormente, hacer un diseño de la planta piloto que se testará en ambiente real. La instalación se probará primero en Frongoch (Reino Unido), para tratar los efluentes generados por una mina de plomo y de zinc abandonada, y en segundo lugar en Menteroda (Alemania), para tratar los efluentes con alto contenido de sal procedentes de una mina de extracción de potasa, también en desuso. A medida que se obtengan resultados, la sostenibilidad del nuevo sistema se evaluará mediante la tecnología de Análisis de Ciclo de Vida y el Análisis de Ciclo de Costes. También se llevarán a cabo varios experimentos para valorar la reducción del impacto ecológico que supone la aplicación de la nueva tecnología.
El objetivo es demostrar y validar el éxito de la solución para que pueda ser fácilmente replicable en cualquier entorno con la misma problemática ambiental. Por ejemplo, en Catalunya existen los casos de las minas de sal y potasa de Cardona, Súria y Sallent, con entornos gravemente afectados por esta problemática y donde es urgente encontrar una solución eficiente. En España también existen numerosos casos de minas abandonadas, como el caso de las de carbón de Asturias.
Para promover e incrementar el impacto del proyecto se llevarán a cabo acciones de difusión y se desarrollará una herramienta informática que permitirá hacer un primer cálculo de los beneficios de aplicar la solución de Life DEMINE para el tratamiento de un efluente minero determinado. De esta manera se pretende que cualquier administración pública o empresa interesada en la tecnología pueda calcular el rendimiento que obtendría al eliminar los compuestos contaminantes y cuál sería su impacto ambiental y económico real.