El Centro Tecnológico BETA coordinará un proyecto europeo para convertir deyecciones ganaderas en biofertilizantes
Las explotaciones ganaderas de Europa generan alrededor de 1400 Mt de basura cada año, más del 90% de los cuales vuelven a los campos de cultivo en forma de abonos. Pero a menudo el uso de estas deyecciones ganaderas como fertilizantes agrícolas no se hace de forma eficiente ni suficientemente controlada, lo que deriva en un problema de concentración de purines, que perjudica los cultivos resultantes y contamina tanto el suelo como el agua. El proyecto de investigación FERTIMANURE dará respuesta a este problema desarrollando tecnologías innovadoras que convertirán las deyecciones ganaderas en biofertilizantes de alto valor añadido.
El Centro Tecnológico BETA (Biodiversidad, Ecología, Tecnología Ambiental y Alimentaria) de la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC) coordinará este proyecto, financiado en el marco de la convocatoria de retos sociales Horizon 2020, una de las más competitivas de este programa marco de la Unión Europea. FERTIMANURE tiene una duración de 4 años, comenzará oficialmente el 1 de enero de 2020 y cuenta con un presupuesto total de 8 millones de euros, de los cuales 1,03 están destinados al CT BETA, que coordinará un consorcio formado por 21 socios.
Fertilizantes biológicos, hechos a medida y competitivos
FERTIMANURE trabajará para desarrollar fertilizantes biológicos (o biofertilizantes) a partir de las deyecciones ganaderas, hechos a medida para determinados cultivos y competitivos en el mercado actual. Su objetivo es obtener "una solución sostenible al problema de las deyecciones ganaderas, uno de los más importantes tanto a nivel catalán como europeo, transformando estos residuos en productos de alto valor añadido", explica Laia Llenas, subdirectora del CT BETA y coordinadora del proyecto. Este es, en palabras de Llenas, "el único de esta envergadura financiado a nivel europeo y focalizado en la valorización de las deyecciones ganaderas y la recuperación de nutrientes" que, además, "hará frente a las barreras actuales del mercado los biofertilizantes tanto desde un punto de vista legislativo como en cuanto a la aceptación social".
Por ello, durante los cuatro años de ejecución del proyecto, se avanzará en dos grandes ámbitos: en primer lugar, en el desarrollo de tecnologías y procesos que harán posible la obtención de nuevos biofertilizantes. En segundo lugar, en la creación de los planes de negocio que permitirán comercializarlos y hacerlos llegar al público final, es decir, los ganaderos. El proyecto también se planteará preguntas como por ejemplo si los ganaderos podrán tratar las deyecciones en la granja para un uso propio, si deberán hacer plantas externas o si, en un proceso a medio camino, se podrán tratar inicialmente en la granja y trasladarse después a la planta de fertilizantes. Asimismo, evaluará la sostenibilidad económica que tendrá para los ganaderos y hará una comparativa de la calidad agronómica entre los nuevos productos desarrollados y los fertilizantes comerciales actuales.
Proyecto piloto demostrativo en una explotación de Osona
FERTIMANURE toma la forma de un consorcio formado por veinte socios europeos y uno de argentino, que juntos cubren toda la cadena de valor desde los ganaderos hasta las empresas productoras de fertilizantes, pasando por universidades y centros de investigación referentes a nivel europeo, administraciones públicas, clústeres y asociaciones que, afirma Llenas, "permiten garantizar que los resultados del proyecto se puedan replicar en varios lugares incrementando su impacto".
Sólo en Cataluña el proyecto contará con un presupuesto de casi 2 millones de euros para desarrollar un piloto demostrativo para la valorización de purines y de gallinaza. Este piloto se instalará en la comarca de Osona, en una de las granjas de la Cooperativa Plana de Vic, también socia de FERTIMANURE, y la operarán el CT BETA y el Centro Tecnológico LEITAT.
Liderazgo catalán en materia de biofertilizantes
El Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DARP) de la Generalitat también participa en el proyecto. "El liderazgo desde Cataluña es clave para que nuestro territorio se posicione y pase a ser un referente a nivel europeo en materia de biofertilizantes", dice Sergio Ponsá, director del Centro Tecnológico BETA. De hecho, en sólo dos años entrará en vigor una nueva legislación europea de fertilizantes y, en este contexto, "coordinar desde aquí un proyecto de esta envergadura posicionará Cataluña en una situación de privilegio para afrontar estos cambios".
Entre los socios de FERTIMANURE figuran los grupos de investigación más relevantes y reconocidos internacionalmente en el ámbito de las deyecciones ganaderas y los fertilizantes, como la Universidad de Wageningen, la Universidad de Ghent, la Universidad de Milano o el Fraunhofer-Gesellschaft alemán. También participan administraciones públicas como la Cámara de Agricultura francesa, la asociación de empresas de fertilizantes Fertilitzers Europe y empresas como Fertinagro Biotech y AlgaEnergy.
Uno de los objetivos de la Comisión Europea con la puesta en marcha de FERTIMANURE es, dice Ponsá, "obtener información y resultados esenciales para el desarrollo de estrategias y normativas futuras relacionadas con la gestión y producción ganadera sostenible en Europa". También pretende "incrementar la competitividad del sector ganadero y la producción de biofertilizantes", así como "reducir la dependencia de nutrientes de terceros países".