El Centro de Estudios de los Ríos Mediterráneos publica el estudio 2016 del estado ecológico de los cursos fluviales de Osona

El Centro de Estudios de los Ríos Mediterráneos - UVic-UCC, asociado al Museo del Ter de Manlleu, ha publicado el estudio que evalúa el estado ecológico de los cursos fluviales de Osona con datos de 2016. Éste es el decimoquinto año consecutivo que se lleva a cabo el seguimiento de forma regular, que desde los inicios cuenta con el apoyo de los Ayuntamientos de Vic y de Manlleu, y con la colaboración del laboratorio de Depuradoras de Osona, SL en la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Vic.

En el estudio de 2016 se muestrearon un total de 23 tramos fluviales de los términos municipales de Vic, Manlleu, las Masies de Voltregà, Torelló, Taradell, Sant Quirze de Besora, Sant Pere de Torelló, Roda de Ter, Vilanova de Sau, Tavertet, Rupit y Santa Eulàlia de Riuprimer. Todos se visitaron al menos en primavera y algunos también en verano. Para este estudio, se miden parámetros generales como el caudal, y se determinan la calidad del hábitat fluvial y del bosque de ribera, la calidad fisicoquímica y la calidad biológica del agua, utilizando los macroinvertebrados acuáticos (escarabajos, caracoles de agua, zapateros, gusanos de caja, entre otros animales) como indicadores de calidad.

Ríos y arroyos con buena calidad biológica

De la evaluación se desprende que el conjunto de los ríos y arroyos de Osona mantiene una buena calidad biológica. En 2016, a pesar de tratarse de un año seco y con caudales muy bajos, la calidad de los ríos se vio poco afectada, y en general se considera buena. Los datos generados muestran un patrón de distribución geográfica muy claro, donde el curso principal del río Ter y sus afluentes que circulan por áreas forestales (río Ges y arroyos de les Gorgues, Major, de Sora, de la Foradada y de Rupit) muestran una calidad muy buena. Por otra parte, los afluentes que transcurren por la llanura agrícola o por áreas urbanas (ríos Gurri, Meder y arroyo del Rimentol) muestran mayoritariamente una calidad inferior y los niveles de nutrientes (sobre todo amonio, nitritos y fosfatos), unos indicadores claros de contaminación agraria, son mucho más elevados que en el resto de la comarca de Osona.

La calidad del bosque de ribera se mantiene estable (no mejora ni empeora) a buena parte de los puntos. Destacan dos tramos en los ríos Meder y Gurri, donde el Ayuntamiento de Vic hace actuaciones de restauración de la vegetación de ribera, que los últimos años han mejorado de manera sustancial su calidad. El estudio concluye que es importante mantener y aumentar estas actuaciones que ayudan a mejorar el bosque de ribera, que actúa como filtro de contaminantes procedentes de los campos de cultivo para conservar o mejorar la calidad del agua.

Asimismo, alerta de que todavía quedan algunos tramos donde esta calidad es mediocre (el Meder en el núcleo urbano de Vic en primavera, el Gurri a partir de la EDAR de Vic y el Ges en el núcleo urbano de Torelló) o mala (el Sorreigs a partir de la EDAR de Sant Boi de Lluçanès y el Meder en el núcleo urbano de Vic en verano). Sin embargo, no ha habido ningún punto donde la calidad biológica haya resultado muy mala.