Alumnos de Periodismo de la UVic participan en una simulación de la cobertura de un crimen

Estamos en la oficina de una notaría. Hay un cadáver medio tumbado en un sofá, papeles y otros objetos por el suelo, señales de una discusión violenta, un contrato de compra-venta sobre la mesa, una pistola en la papelera ... Los vecinos han oído una discusión, gritos y disparos, y han visto una persona que salía corriendo y huía. Enseguida llegan los Mossos d’Esquadra de la Unidad de Seguridad Ciudadana y acordonan la zona mientras esperan la llegada de la Policía Científica. Esta podría ser la descripción de la escena de un crimen, o también de una clase de Periodismo. Más en concreto, de la sesión práctica que el alumnado de cuarto de la UVic-UCC hizo el viernes pasado.

La clase la impartió Roger Heredia, cabo de la División de Policía Científica del Cuerpo de Mossos, y consistió en una simulación de cobertura de crisis con material real y maniquíes. Los estudiantes se pusieron en la piel de los policías y entraron a la escena del crimen para trabajar como si fueran agentes de verdad: vestidos como ellos, tomaron fotografías en un orden concreto, indiciaron los objetos que podrían ser significativos para la investigación, buscaron muestras de ADN, recogieron los indicios y aprendieron a buscar huellas digitales mediante reactivos físicos y mecánicos.

La sesión pretendía aproximar el alumnado a la realidad de la policía científica, para prepararlos para el ejercicio profesional. "Es fundamental que los periodistas conozcan los límites judiciales y morales que nunca deben cruzar", explicó Heredia a los estudiantes. Entre otros, les recordó que, "en casos donde se ha perdido una vida humana, la confidencialidad y el respeto hacia la víctima y la familia son vitales", como también lo son "seguir los tempos de la investigación policial, entender que el juez es quien debe tener la información en primer lugar o saber que, si cruzan el perímetro policial, además de incurrir en un delito, pueden dañar pruebas del crimen". Por ello, considera el cabo, "ponerse en el lugar de la policía científica y entender los procedimientos, técnicas y ritmos con los que ésta trabaja puede ayudar a los periodistas a no cruzar la línea de lo que es correcto y decente".

La clase se llevó a cabo dentro del "Taller de producción de comunicación", una asignatura de carácter muy práctico que se enmarca en el programa Live Creativity de la Facultad de Empresa y Comunicación (FEC). "Esta metodología orienta los estudios hacia situaciones prácticas propias del mercado laboral", recordaba el viernes el vicedecano de la FEC, Xavier Ginesta, según el cual esto es especialmente clave en el caso de los alumnos de último curso: "Tener un contacto permanente y real con el mercado laboral los prepara mejor para lo que se encontrarán en breve y fomenta su ocupabilidad".