Aigües de Vic hace donación al Centro Tecnológico BETA de la UVic-UCC de un aparato para medir metales pesados en el agua y el suelo
La empresa Aigües de Vic ha hecho donación de un espectrómetro de absorción atómica al Centro Tecnológico BETA. Se trata de un aparato que permite cuantificar la concentración de diferentes tipos de materiales en el agua, el suelo o el aire, y que el centro de investigación de la Universidad de Vic - Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC), utilizará sobre todo para determinar y cuantificar la presencia de metales pesados, los que tienen más incidencia en la salud humana.
Poder disponer del espectrómetro permitirá al Centro Tecnológico BETA "complementar la capacidad analítica de nuestros laboratorios en los ámbitos del agua y de los suelos", explica Anna Busquets, responsable de los laboratorios del centro tecnológico. Para la investigadora, el valor diferencial de este equipo radica en el hecho de que está compuesto por dos unidades, una que permite trabajar con la técnica de emisión de llama y la otra en horno de grafito. "Nos será útil en prácticamente todos los campos de estudio del ciclo del agua en que trabajamos, y nos permitirá hacer un análisis cuidadoso en aguas residuales, en procesos de tratamientos, en balsas, pozos, ríos y fuentes", explica.
Según Busquets, sin embargo, el espectrómetro también lo podrán aplicar a prácticamente todas las áreas de trabajo del centro para analizar suelos de cultivo, materiales vegetales o todo tipo de deyecciones ganaderas. "Nos permitirá obtener ciertos resultados de forma más completa y rápida, dejar de externalizar ciertas prácticas que hasta ahora no podíamos hacer en nuestros laboratorios y reducir tanto los tiempos de trabajo como los residuos generados", concreta Busquets.
Generar impacto en el territorio con la investigación
El acto formal de entrega, donde no se ha podido mostrar el aparato debido a sus dimensiones, se ha celebrado esta mañana en la Sala de Juntas del Rectorado, en Casa Convalecencia. El vicerrector de Investigación y Transferencia de Conocimiento, Jordi Collet, ha agradecido la colaboración de Aigües de Vic con la Universidad, y ha dejado la puerta abierta a futuras colaboraciones. "Si queremos generar impacto en el territorio cercano debemos hacerlo también a través de la investigación, en cualquier ámbito de conocimiento,
para abrirla a la sociedad y arraigarla en el entorno", afirmó Collet. Según él, "la investigación es una vía más para visibilizar la labor social de una empresa con vocación de servicio público como es Aigües de Vic".
El presidente de Aigües de Vic, Jaume Ylla, explicó que el espectrómetro de absorción atómica había dejado de ser necesario para la empresa a raíz de la reestructuración que están llevando a cabo en sus laboratorios y de su plan de mejora de procesos. "Pero sigue siendo un aparato que funciona perfectamente y estamos encantados de que la Universidad pueda continuar sacandole rendimiento", afirmó. Ylla ha estado acompañado por el gerente de la empresa, Guillermo Tresserra, que ha destacado la importancia de "crear espacios donde trabajar conjuntamente temas relacionados con el agua", y la directora técnica de los laboratorios, Teresa Arumí.
En el acto también ha intervenido el gestor y promotor de proyectos del Centro Tecnológico BETA, Albert Palou, quien ha recordado que, desde sus inicios hace 5 años, el centro tecnológico "tiene la vocación y la voluntad de ser útil en el territorio y de contribuir a dar respuesta a problemas locales ". Por ello, ha dicho, es clave "crear espacios de encuentro entre empresas, administraciones y centros de investigación para que puedan surgir más proyectos conjuntos".
Socios desde el 2018
La UVic-UCC ya colabora con Aigües de Vic desde el año 2018 a través del CT BETA y del Centro de Estudios de los Ríos Mediterráneos (CERM) en un proyecto de transferencia de conocimiento en el que también participa Aigües d'Osona. En este proyecto, que presentará resultados firmes a lo largo de este año, se trabaja para dar respuesta al problema de la geosmina, un tipo de moléculas que algunas algas liberan al medio acuático cuando mueren, provocando episodios de mal olor y mal sabor en el agua potable que llega a los hogares. El estudio entronca con el proyecto europeo INTCATCH, que ha desarrollado nuevos métodos de gestión y monitorización de la calidad del agua de ríos y lagos.